El cielo se abrió una vez más durante esta Semana Santa para que así las hermandades pudieran poner el broche de oro a un especial Viernes Santo. Fueron los rayos del sol los que hicieron resplandecer cada uno de los pasos iniciales de los hermanos de la Vera-Cruz, que un año más salían desde la parroquia de San Joaquín a la hora indicada con bastantes fieles en la puerta esperando esta ansiada cita.

Cuando caía el sol, antes de que el Santísimo Cristo de la Vera-Cruz pasase por carrera oficial, el palio de María Santísima de Consolación y Lágrimas sufrió una incidencia que se quedó en un simple susto para los hermanos de la cofradía y devotos que presenciaron el hecho. El suceso ocurrió justo en la calle Jesús Cautivo donde uno de los varales del palio crujió en una de las levantadas, encajándose en la candelería del paso. Afortunadamente el palio pudo seguir su recorrido pero este susto hizo que se retuviera un poco por esa zona, y que hubiese bastante distancia entre un paso y otro a lo largo del recorrido.

Mientras que la Vera-Cruz estaba en su Carrera Oficial ya entrada la noche, eran muchos los devotos que esperaban expectantes en la Plaza de España y calle Vicario para ver salir a la hermandad de la Soledad. Pero este Viernes Santo era diferente, la plaza sería testigo un año más del paso del Cristo Yacente y de Nuestra Señora de la Soledad como ya lo hiciese hace 450 años. En el recuero aquellos frailes Mínimos que le dieron vida a esta hermandad y que ha creado ya gran tradición de fe y devoción en la Semana Santa portuense.

Aunque la salida de las imágenes dista mucho del acto de Descendimiento que realizaban los padres Mínimos hace más de cuatro siglos, la devoción de los fieles sigue siendo la misma, haciendo que cada Viernes Santo, la Soledad procesione en una calurosa compañía.

Tras la salida de la Soledad a la hora indicada, fueron muchas las personas que permanecieron en la plaza de España, esperando el paso de la Vera-Cruz por la Prioral para realizar su Estación de Penitencia. Pero por un error de la propia Hermandad de la Vera-Cruz cuando se dieron los horarios, ellos previeron ante el Consejo de Hermandades que estarían en la Prioral a las 21:15 horas, cuando realmente no sería hasta las 22:15 cuando el Santísimo Cristo de la Vera-Cruz y María de Consolación y Lágrimas entraran en la Iglesia Mayor.

Un fallo, que asume la Hermandad y que incide que no se volverá a repetir, pero que deslució un poco su paso por la plaza de la Cárcel, una de las novedades de este año que muchas personas no pudieron disfrutar y que dejó una bonita imagen del paso de las mantillas ante la fuente que preside esta pequeño rincón para luego dar paso a María de Consolación y Lágrimas.

Aparte de esta novedad, también los presentes fueron testigos que este año el Santísimo Cristo de la Vera-Cruz procesionó solo en su paso con un calvario completo de flores y alumbrado por cuatro hachones que sustituyen a los tradicionales faroles. Este año, no procesionaba ni la Virgen del Mayor Dolor ni su discípulo San Juan a su lado, pero de igual forma lució por las calles céntricas de la ciudad, y pese a las incidencias del camino, la cruz de guía llegaba a su templo a la hora indicada.

Por otras calles del centro de la ciudad, la hermandad de la Soledad procesionó sus tres pasos sin ningún tipo de incidencia, cumpliendo sus horarios y con algunas novedades que emocionaron a muchos de sus fieles y engrandecieron la procesión.

Como una de las novedades a resaltar durante este Viernes Santo enmarcado en este año de celebración, se encuentra el acompañamiento musical tanto en el paso de 'Las Escaleritas', el cuál nunca antes llevó música y este año contó con la incorporación de tambores templados, y para el Cristo Yacente se contó con la música de la Capilla Vía Sacra y el Dúo Musical Stella Maris. Además, la Banda Municipal de Barbate interpretó dos nuevas marchas dedicadas a Nuestra Señora de la Soledad.