a ceremonia de entrega del bastón de mando al Nazareno como Regidor Perpetuo de la ciudad por parte de la alcaldesa Teófila Martínez  centró la mañana del Jueves Santo en la iglesia de Santa María.

Previamente Jesús Manuel López Capell presentó la página web de la cofradía, www.nazarenodesantamaria.com , durante un acto que se desarrolló en la propia capilla de la hermandad, que ayer acogía sólo el altar de insignias,  una acertada decisión de la junta de gobierno que optó  por situar el paso de misterio delante del altar mayor y el de palio con la Virgen de los Dolores en la capilla de Santa Beatriz de Silva.

Tras dar a conocer los pormenores de la página, cuyos datos ha recopilado Rafael de la Vega, tomó la palabra el hermano mayor, Santiago Posada, que resaltó que la misma suponía “la entrada de la cofradía  en el siglo XXI”, y entregó un recuerdo al presentador.

Seguidamente la alcaldesa colocó el bastón de mando sobre el paso, a los pies del Nazareno, en presencia del director espiritual de la hermandad, Marcelino Martín; el del Secretariado Diocesano de Hermandades, Alfonso Caravaca; el presidente del Consejo Local, Martín José García,  miembros del equipo de gobierno municipal y diferentes hermanos mayores, entre otras representaciones, como el presidente de la asocación de vecinos del barrio, José Rodríguez.

  También se encontraban en el templo los anteriores hermanos mayores José Luis Suárez Villar y  Manuel Albalá Valle.

Santiago Posada agradeció a la alcaldesa su presencia para participar en la tradicional ceremonia, así como la renovación de la rampa de la puerta, para luego resaltar que la cuadrilla de cargadores del palio, como homenaje a los que trabajan en el mar, el paso iba a entrar en el primer templo a los sones de la marcha Reina del mar”, de  Abel Moreno.

También tuvo un recuerdo para Chano Lobato, el cantaor gaditano recientemente fallecido, “que esta madrugada le cantará al Nazareno una saeta desde la calle Botica del Cielo”,  al  que se dedicará  un funeral

En Santa María se echaron igualmente en falta  los fallecidos Antonia Baro Andrades,  Ramón García Villar  y Jesús Suárez Barragán, los tres de familias muy vinculadas a  la cofradía.

Pepi la de Ignacio fue la primera en cantar  una saeta, a las que siguieron  muchas más dedicadas a ambos titulares y  en las puertas de la iglesia  se producía un constante trasiego de personas.