“Estaba la playa igual que una feria”, que reza en Los Duros Antiguos, se trasladó ayer a numerosos puntos del casco histórico de la ciudad, al Cádiz más cofrade por excelencia. Al Santo Entierro Magno se le unió una magna noticia para la hostelería, que vivió una gran jornada en plena crisis nacional y después de una Semana Santa marcada por la lluvia en sus dos grandes días, el Jueves y el Viernes Santo.

Desde muy temprano las calles de la ciudad ofrecían un aspecto muy diferente al de cualquier Sábado Santo. Se notaba en la entrada de vehículos por la avenida principal y la carga de personas en el transporte público  y en las estaciones de trenes y autobuses. Pero es que la histórica jornada dejó estampas inusuales desde las seis de la mañana, como el ir y venir de cargadores ataviados con su ropa de trabajo y el clásico calzado para portar el paso como consecuencia de los traslados matinales. La primera claridad del día, sobre todo tras la última lluvia de la Semana Mayor de 2012, mostró una marea de gaditanos y visitantes que poblaba los alrededores de la plaza de Pío XII. A partir de las nueve de la mañana accedían pasos al primer templo, y los bares, con sus respectivas terrazas, servían desayunos como churros, nunca mejor dicho. A las once de la mañana subía la rampa de la Catedral la Borriquita, que cerraba los traslados, y las personas ya se contaban por miles.

Y ese tirón de visitas en esta jornada se traduce en buenas noticias en forma de euros para la hostelería. Agustín Marchante, de ‘El Tascón del Torreón’ (plaza de Pío XII), admitía que “la venta es comparable a una Madrugada del Viernes Santo”. “Se ha notado desde temprano con los desayunos, y cuando han empezado a desfilar los pasos no hemos parado”, dando salida a una cantidad importante de bocadillos y bebidas. ‘Casa Hidalgo’, todo un clásico en empanadas y pasteles justo enfrente de la Catedral, se alegraba de que “el tiempo acompañe porque se está notando”. Y eso que admitía que “no nos ha ido mal a pesar de la lluvia”. Comparaba la venta “a un buen Jueves Santo” y agregaba que “a partir de las dos de la tarde hemos estado muy ocupados”.

Aunque fuera del recorrido oficial, el bar-freiduría ‘ Las Flores 1’, en la plaza del mismo nombre, comprobó desde temprano el ir y venir de miles de personas. A Rafael Mateo, el gerente, le recordaba el día “como a uno de los fuertes de Carnaval, ya que se nota que es un sábado diferente”. “Todo va muy bien, el tiempo incluido”. En dirección a la plaza de la Libertad, en frutos secos ‘Pecino’, se alegraban “de la llegada de turistas y personas de otras ciudades para ver la Magna”. “Hay mucho ambiente en la calle y eso es sinónimo de venta. Se parece mucho a un día de Carnaval”. Según Manuel Pecino, “los productos más demandados son las almendras y las nueces”.

A medida que aumentaba el calor eran más las personas que ocupaban una mesa en la cafetería-heladería ‘Ben Jerry’s’ (plaza de Pío XII). José Manuel Palacios decía sorprendido que “entre los turistas se están vendiendo helados desde primera hora, pero en general se nota mucho la Magna”. “Estamos abiertos desde las ocho de la mañana y tenemos turnos completos porque es un día fuerte”, explicaba mostrando alegría por este motivo. En el corazón de la calle Pelota, Pepe Lojo apenas tenía un respiro para atender a este medio mientras no paraba de vender desde detrás del mostrador de su panadería. “Desde las nueve de la mañana se ha notado la que se venía encima. Lo más importante es que a muchos negocios nos va a permitir equilibrar los números por lo sucedido a partir del Jueves Santo”. Todo ello mientras no cesaba la venta de bocadillos, empanadas y bebidas. “Entre las dos y las cuatro de la tarde no paramos”, apostilla.

En uno de los puntos de mayor amplitud, la remozada plaza de San Juan de Dios, se concentraba la gente para comer ocupando las terrazas y los salones de los restaurantes. En el ‘Pasaje Andaluz’, su responsable, Miguel Rubín, explicaba que “se nota que hay mucha gente que no es de Cádiz y que tiene poder adquisitivo; esperemos que ayude tras una Semana Santa que no ha sido buena”. Asumiendo el volumen de trabajo, Rubín señalaba que “hemos contratado a dos personas porque la clientela sube” y deseaba “la llegada de tiempos mejores porque entre la obra de la plaza y la lluvia de esta semana necesitábamos un día así”. Justo enfrente, ‘La Marina’ no paraba de servir empanadas, bollería variada, bebidas y baguettes. “A la vuelta del recorrido oficial de la Magna hemos tenido mucho movimiento, pero se ha sentido el día tan especial desde temprano”, apunta Rosa Ruiz, una de las empleadas. “Ha empezado el ambiente tarde, pero a partir de entrar ha ido fuerte. A los clientes habituales hay que unirle mucho extranjero y personas de otros puntos de Andalucía. El tiempo ha estado bien y por la tarde no hemos parado de vender”, lo que se comprobaba viendo que se habían agotado algunos productos. En otro punto con mucho que decir, la marisquería ‘Joselito’ (entre las calles San Francisco y Nueva), esperaban “compensar las pérdidas por la lluvia del Jueves y el Viernes Santo”. “Estamos dando una gran salida a las gambas, el pescaíto frito y los guisos caseros”. Admitía que en Carnaval y en Semana Santa “tenemos que realizar contrataciones”, añadiendo que “dentro de la crisis no puedo quejarme, pero deberían organizarse más actos como el de la Magna”.

Más allá de la hostelería, el comercio textil también recibió ayer con los brazos abiertos el aluvión de visitantes. Mélani Gómez, de ‘Mil Camisetas’ (calle Pelota), indicaba entre risas que “se ve más movimiento y la previsión que teníamos se va cumpliendo”. “Tenemos camisetas con referencia a Cádiz y eso tiene tirón entre los turistas”.

Justo al lado del ‘Burger King’ de San Juan de Dios, con colas hasta la calle a las tres de la tarde, Jerónimo Vicente Gutiérrez, taxista, mostraba el deseo  “para que el tiempo siga así hasta la noche porque hoy (por ayer) sí lo vamos a notar, ya que está fresco el ‘palo’ de la Madrugada”. Este taxista de Cádiz aclaraba que “hay más compañeros en ruta que de costumbre porque a los que descansaban hoy (por ayer) se les ha permitido trabajar con motivo de la Magna”.

Todas las sensaciones favorables mostradas por  hosteleros y comerciantes quedaban ratificadas por Ana Ruiz, de la Oficina de Turismo ubicada en  la avenida Ramón de Carranza, que a primera hora de la tarde afirmaba que “a la una llevábamos atendidas a cerca de trescientas personas, que solicitaban itinerarios de la Magna y saber los templos que están abiertos para ver los pasos”. “Es comparable a un gran día en el verano gaditano”.