Diario Cofrade

El nuevo protocolo para la Catedral de Cádiz en Semana Santa: solo se contempla que se refugien un máximo de dos hermandades

Los titulares de La Palma, en la Catedral.

Los titulares de La Palma, en la Catedral. / Jesús Marín

La Catedral en Semana Santa no es solo el lugar central de las hermandades, que acuden hasta allí para cumplimentar la estación de penitencia que da sentido a su salida procesional. En caso de lluvia o cualquier otra incidencia durante el recorrido, el templo diocesano es también el lugar ideal de refugio para todo el cortejo y los pasos y el punto de inflexión para una junta de gobierno respecto a la decisión sobre si seguir o suspender la salida. Para esto último, el Consejo de Hermandades y el Cabildo Catedral han revisado y actualizado el protocolo acordado hace unos años para organizar el interior del templo en estos casos.

Entre otras cuestiones, llama la atención que se incorpora un tiempo máximo para que una vez dentro de la Catedral la hermandad tome una decisión respecto a la continuidad o la suspensión de su procesión. Treinta minutos tendrá la junta de gobierno para resolver esta cuestión, algo que curiosamente el protocolo detalla que tendrá que hacer en la Sacristía catedralicia y no en ningún otro lugar del templo.

También aparece minuciosamente desarrollado el lugar en el que deberá permanecer cada integrante del cortejo si la hermandad se refugia en la Catedral, incluyendo a las bandas de música que acompañen a los pasos procesionales, que en ocasiones acaecidas estos años atrás no se les ha permitido el acceso y han tenido que sufrir y soportar la lluvia en el exterior del templo. Para los músicos se habilita el espacio existente entre la entrada principal y la salida de Arquitecto Acero pero por el lado derecho, por donde no discurren los cortejos.

En el nuevo protocolo que entrará en vigor este año solo se contemplan que en el interior de la Catedral se quede una o dos cofradías. Nada se dice en el desarrollo de las directrices respecto a una posible tercera o cuarta hermandad. Escenario que volvería a chocar con el pasado Lunes Santo, cuando las tres hermandades que completaron su salida a la calle (Palma, Prendimiento y Nazareno del Amor) tuvieron que quedarse en el templo, desatando una fuerte polémica con el Cabildo que provocó incluso un comunicado de los canónigos al respecto.

De hecho, en relación a esto último se pone especial énfasis en el protocolo el deber de permanecer en la Catedral “en silencio y sentados, sin ingerir ni bebidas ni comidas, guardando una compostura adecuada al lugar sagrado en que nos encontramos”; llegando a prever la figura de “una persona elegida por la junta de gobierno que solicitará respeto y silencio, si fuere necesario, e irá informando a los hermanos de las decisiones que fueran tomando su junta de gobierno”.

Cuestión especial es la decisión incorporada al protocolo de que si una hermandad decide suspender su salida y la siguiente en el día decide continuar con la suya, la que suspende deberá quedarse dentro de la Catedral hasta que no salga la siguiente. “En este momento el silencio y el respeto ha de ser máximo, ya que otra hermandad está realizando su estación de penitencia y piensa continuar su itinerario”, añade el texto consensuado por cofrades y canónigos.

La salida del templo una vez suspendida la estación también ha quedado organizada en el documento que ha sido ya remitido a las hermandades. “Los cargadores, bandas y hermanos adultos de la Hermandad saldrán por la puerta de Arquitecto Acero. Los niños, hasta 14 años, saldrán por la puerta del Obispo”, de la forma que establezca la hermandad. Y si son dos hermandades las que suspenden su procesión en la Catedral, evacuarían el templo por separado y por el lógico orden de entrada. “Que los padres no se impacienten demasiado y lograr que salgan los niños lo antes posible”, llega a decir al respecto el protocolo.

Por contra, el documento no especifica cómo se decidirá el día de regreso de la hermandad, que queda abierto al “día y hora que se acuerde con el Cabildo Catedralicio y la permanente del Consejo”. Para esos casos de que la cofradía se quede en Catedral, establece el protocolo que el lugar en el que queden los pasos y la capilla que se asigne a cada hermandad para depositar “todas las insignias y enseres” -sin hacer mención específica de los cirios- hasta el día de su marcha lo decidirá el Consejo “con la autorización del canónigo” que esté encargado de la recepción y atención a los cortejos ese día.

Con estas y otras indicaciones menores pretende el Consejo, en definitiva, aclarar los posibles escenarios que pueden sobrevenir en la Semana Santa y articular cómo debe proceder una cofradía, o dos como máximo, en el interior de la Catedral en caso de incidencia. Todo ello para evitar polémicas y tensiones como las vividas el Lunes Santo del pasado año.

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