La Semana Santa de Cádiz 2024 no parece haber despertado un excesivo interés en los visitantes que necesitan hospedarse en la ciudad. La previsión que a día de hoy maneja Horeca refleja un porcentaje de ocupación que no es alto y que cae considerablemente respecto a los registros alcanzados el pasado año.

Así, en Cádiz capital se prevé una ocupación hotelera del 72,87%, casi diez puntos menos que la alcanzada en 2023. Ocupación, conviene precisar, que se limita a las noches del Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo. Es el Viernes el que tiene mayor porcentaje (77,36%), seguido del Jueves Santo (que alcanzará el 75,26%) y del Sábado Santo (donde la ocupación cae hasta el 66%).

Estas cifras contrastan con las del pasado año, donde en esos tres días festivos hubo una media del 82% de ocupación, llegándose a alcanzar el 86,19% en la noche del Viernes Santo.

Baja la ocupación en toda la provincia

La tendencia a la baja de Cádiz capital es similar a la que registra la previsión del resto de la provincia actualmente. Según las estimaciones de Horeca, se llegará en todo Cádiz al 76,07%, frente al 84,89% que se registró el pasado año.

Sanlúcar de Barrameda es la localidad que despunta en previsión de ocupación, alcanzando actualmente el 95,76%. Le sigue Conil, con un 92,77%; y Algeciras, que alcanza el 82,50%. Ya detrás de estos primeros destinos estarían Chipiona (81,46% de ocupación prevista) y Jerez (81,15%); alcanzando también mejores datos de ocupación que la capital localidades como La Línea (76,67%) o Chiclana (75,64%).

Malos pronósticos del tiempo

En estos datos que barruntan una caída en la actividad hotelera en esta Semana Santa de 2024 puede influir a día de hoy el tiempo. Por un lado, al no haber entrado aún la primavera y no terminar de llegar las buenas temperaturas que quizá invitan siempre a acudir a destinos como el de Cádiz, especialmente en lo que a la costa se refiere.

Y por otro lado, debido a las malas previsiones que siguen señalando a la Semana Santa de Cádiz con la llegada de una posible borrasca que deje bastante agua e inestabilidad durante los días de la Semana Santa, especialmente en el tramo final, que es precisamente lo que ha contabilizado en su previsión la patronal de los hoteles.