Diario Cofrade

El balance de la Semana Santa de Cádiz 2024: A 378 días

El Resucitado expuesto en la puerta de la iglesia de San Antonio en la mañana del domingo frente a un intenso aguacero.

El Resucitado expuesto en la puerta de la iglesia de San Antonio en la mañana del domingo frente a un intenso aguacero. / Julio González (Cádiz)

Las cifras son demoledoras, tan contundentes como nefastas para las hermandades, para todos los cofrades que forman parte de las filas y para el público que cada jornada llena calles, plazas e incluso avenidas para ver pasar los cortejos. La Semana Santa que culmina este domingo con la Resurrección pasará a la historia como la peor que se recuerda en lo que a efectos de la lluvia se refiere.

Aunque parezca difícil de creer, son solo cinco las cofradías que han podido completar con cierta normalidad la totalidad de sus salidas procesionales, aunque una de ellas (el Caminito) modificara su recorrido de regreso para llegar al templo antes de que cayera la lluvia que estaba prevista y que cumplió el pronóstico del Miércoles Santo. A esta hermandad se suma Sentencia, también el Miércoles; y tres del Martes (Caído, Columna y Ecce-Homo).

A estas cinco hay que sumar las dos de vísperas, que también pudieron salir y completar su procesión con normalidad, tanto Servitas el Viernes de Dolores como la Merced el Sábado de Pasión.

A partir de aquí, todo son malas noticias. Tanto para las que llegaron a salir (Vera-Cruz, sin los pasos y con el Lignum Crucis, además de variando el recorrido de vuelta), como para las que solo pudieron llegar a Catedral (el Despojado, que suspendió allí su salida y tiene previsto regresar este domingo a Salesianos; y Nazareno, que al hacer la estación decidió regresar a Santa María); e incluso para las que llegaron a poner parte de su cortejo en la calle (como La Cena el Domingo de Ramos y el Amor el Lunes Santo).

El resto, las otras 18 hermandades, vieron directamente frustradas sus intenciones e ilusiones de salir a la calle, con jornadas especialmente aciagas como el Viernes y el Sábado Santo, sin ninguna cofradía pudiendo salir de sus templos. A lo que se une la suspensión también de la salida del Resucitado este domingo.

Todo ello viene a confirmar que hemos asistido a la peor Semana Santa, con diferencia, que se recuerda, con unas condiciones meteorológicas que han traído lluvia, fuerte viento, calima, bajas temperaturas... y hasta granizo, que cayó ayer sábado minutos después de que debiera poner en la calle la hermandad del Santo Entierro. Un cóctel excesivamente lesivo para el patrimonio de las cofradías y para la organización y desarrollo de una procesión con centenares de personas por las calles de la ciudad.

Santo Entierro. Sábado Santo. Semana Santa de Cádiz. 2024 Santo Entierro. Sábado Santo. Semana Santa de Cádiz. 2024

Santo Entierro. Sábado Santo. Semana Santa de Cádiz. 2024 / Julio González (Cádiz)

Con este primer balance que suena a pesadilla, hay que poner de relieve que de manera generalizada ha imperado la razón sobre las ganas de salir a la calle, mostrando la mayoría de juntas de gobierno la madurez que requiere el cargo a la hora de sacar la cofradía. De hecho, las excepciones, lo que se podrían considerar errores en la decisión, son muy contadas. Otra cosa es la controvertida decisión adoptada en Vera-Cruz de procesionar sin los pasos, con el Lignum Crucis, con los titulares -el Lignum Crucis no lo es- en su templo, lo que viene generando un amplio debate y lo seguirá haciendo en los próximos meses.

El mal tiempo ha impedido ver muchas cosas en la calle, muchos estrenos patrimoniales que iban a reafirmar la progresión que sigue mostrando la Semana Santa gaditana, muchos cortejos que siguen incrementando el número de capirotes, los palcos de San Juan de Dios en esa segunda fila, el paso por Candelaria, la música de bandas que se estrenaban y de las marchas de siempre, las flores elegidas y dispuestas con sumo detalle y un sinfín de vivencias y emociones que tendrán que aguardar al próximo año.

De hecho, el balance que puede hacerse de esta Semana Santa que se marcha es que la mente, el trabajo, los proyectos y los anhelos deben mirar ya al 13 de abril de 2025, que será Domingo de Ramos. En eso coinciden ya Consejo de Hermandades y Ayuntamiento, que han mantenido la reunión de balance (antes de la salida de Santo Entierro y Resucitado que cierra formalmente la Semana Santa) en la que han trasladado la firme voluntad de seguir realizando mejoras el próximo año, especialmente con el traslado de los palcos del Palillero a San Juan de Dios, disponiendo la tribuna de autoridades delante del Ayuntamiento.

Este cambio de la carrera oficial, la necesidad de seguir aumentando los palcos en San Juan de Dios para dar mayor cabida a la demanda de sillas y para mejorar aún más la estética de este punto del recorrido, el aumento también de palcos en la plaza de la Catedral a ambos lados de la rampa, la posibilidad de habilitar palcos en Candelaria, la reconfiguración de los itinerarios de las hermandades a partir del Palillero, la posible incorporación de la cofradía de la Merced a la nómina de la Semana Santa, el regreso del Huerto, previsiblemente desde una iglesia distinta a San Severiano, y algún posible cambio de día de hermandades para reforzar esa recta final (Jueves y Viernes Santo) se antojan como los grandes retos que desde este Domingo de Resurrección deben plantearse las hermandades, que ante el horrible escenario vivido en esta Semana Santa solo pueden hacer un balance general, a modo de consuelo: quedan 378 días para el Domingo de Ramos.

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