‘Ora pro nobis’, verde Esperanza
Cigarreras
Reencuentro en Santo Domingo tras el aciago Miércoles Santo de 2008
La espera ha sido larga. Nada menos que un año. El triste y lluvioso Miércoles Santo de 2008 quedó ayer en el baúl de los recuerdos en algún rincón del convento. La tregua que para sorpresa de todos ya dura cuatro días permitió el reencuentro. Salud y Esperanza para un barrio sufridor.
La junta de gobierno esperaba el momento con ansias, se notaba en el rostro de su hermano mayor, José Manuel Gomila, y de miembros de su junta como José Pablo Ceballos y Francisco Santiáñez. Sus miradas, como la de tantas otras personas, se perdían en el túnico bordado del Señor y la toca sobre manto para la Señora, maravillosas obras de Miguel Ángel Franco. Novedosos, también, los faroles entre varales.
En la salida no faltaron las representaciones de la Sagrada Cena, la Merced y el Colegio Oficial de Agentes Comerciales, cuyo banderín portaba una de las 51 mantillas que formaban parte del cortejo. La oración previa se desarrolló en el patio y siguió la línea de la ofrecida por Pascual Saturio en la salida de la Sagrada Cena, a la hora de hablar de “la luz de la vida”.
La estrecha puerta provocó que la maniobra para sacar los pasos fuera meticulosa en todos sus movimientos. Bien desarrolladas ambas, donde se impuso la experiencia de los hermanos Martín y Salvador Rosa, en las capatacías. Una parte de la marcha Consuelo Gitano acompañó los primeros mecidos del misterio, que realizó el primer giro tras el rezo de sus cargadores.
La Dolorosa esperaba su momento muy cerca del paso de la Sagrada Cena y de la imagen de María Reina de Todos los Santos, testigos del momento. El verde palio superó la puerta dejando algunos pétalos en el suelo por el inevitable roce de las flores con la pared. Capataz Gaditano y Esperanza llevaron el delirio a un Compás huérfano de Cigarreras desde 2007. Ora pro nobis, Esperanza.
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