La crónica del Jueves Santo

Un día accidentado

  • El Huerto se volvió a su templo desde la Catedral por el riesgo de lluvia, Medinaceli cambió el recorrido por un incidente y el Perdón salió más tarde

El paso del Huerto inicia el regreso a su templo por el Campo del Sur tras salir de la Catedral.

El paso del Huerto inicia el regreso a su templo por el Campo del Sur tras salir de la Catedral. / Marcos Piñero

SI el Miércoles Santo fue el día en blanco por la suspensión de los desfiles procesionales, el jueves lo ha sido porque ha pasado casi de todo. El clásico día en el que la lluvia asoma de vez en cuando con unas pequeñas gotas pero sin romper a llover que pone a las cofradías en un mar de dudas.

Era un día que amanecía con unas perspectivas horribles pero que la mejora paulatina que hubo a lo largo del día hizo que las distintas hermandades decidieran irse a la calle. Sin embargo, una vez que estuvieron en ellas, empezaron las dudas y la valoración de los riesgos que dio un escenario de lo más variopinto.

Afligidos fue la única hermandad que no se vio afectada por los problemas. Todas las demás se vieron afectadas de alguna u otra forma. La palma se la llevó Oración en el Huerto, que a la sazón es la que más riesgo corre por el largo recorrido que tiene que hacer.

A la hermandad que sale de San Severiano le pilló unas pequeñas gotas que cayeron cuando se encontraban muy cerca de la Catedral, lo que obligó a que el paso de Cristo, que estrenaba su dorado en el frontal, tuviera que entrar deprisa y corriendo en el interior del primer templo de la Seo. Posteriomente llegó la Virgen de Gracia y Esperanza, aunque en su caso sí que se recreó en la subida de la rampa.

Una vez allí, la cofradía se refugió a la espera de tomar la decisión de volver a su templo o continuar con el itinerario previsto y completar la carrera oficial.Finalmente, no vieron la situación muy despejada y decidieron emprender el camino de regreso a San Severiano, cosa que hicieron por el Campo del Sur después de estar más de una hora y media en la Catedral.

El Nazareno de Santa María también hizo parada en la Catedral para volver a analizar la situación, tal y como se había acordado antes de salir. Tras mantener una reunión la Junta de Gobierno se decidió que no se corría riesgo y que se podría seguir con el recorrido oficial. De este modo, ya se produjo un corte bastante importante entre Afligidos y el Nazareno en el resto de la carrera oficial.

En Medinaceli hubo problemas, y no relacionados con la lluvia precisamente. Esta hermandad ha tenido que ponerse en la calle más de media hora tarde debido a que la caída de unos cascotes de la fachada de San Juan de Dios que obligó a que se tomaran medidas de seguridad. Esto hizo que la hermandad de Santa Cruz tuviera que variar su recorrido y atravesar el barrio del Pópulo, cuando era un itinerario que este año se había desechado para llegar lo antes posible a la carrera oficial. El Jueves Santo y la Madrugada, este año por estos incidentes, parece que están condenados a tener unos cortes enormes entre unas cofradías y otras.

Esto último también afectaba al Perdón, que decidió ponerse en la calle a las 0.30 horas, quince minutos más tarde del horario previsto, para no tener que esperar a Medinaceli cuando saliera de la Catedral y ellos llegaran por Arquitecto Acero.

El Perdón decidió poner la cofradía en la calle pese a que recibieron unos partes en el que podía haber una lluvia mínima en la primera parte del recorrido, pero como dijo su hermano mayor, Manuel Garrido, iba a ser similar a la de Sentencia el Miércoles Santo pero que no iba a afectar al cortejo. No obstante, llevaban como plan B que si los partes empeoraban hasta llegar a la Catedral, se abordaría la posibilidad de regresar a casa.

Fue una jornada accidentada pese a que el público llenó las calles y había muchas ganas de ver cofradías. Pese a que los augurios eran malos, medio se salvó la jornada.

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