Diario Cofrade

Confidencias del paso por el atril... y de lo que está por pasar

Fernando Pérez y Toñi Martínez, en el diálogo mantenido este miércoles en la Fundación Cajasol.

Fernando Pérez y Toñi Martínez, en el diálogo mantenido este miércoles en la Fundación Cajasol. / Miguel Gómez

Cuatro días para el gran día, el domingo de los domingos para el pregonero de la Semana Santa, Fernando Pérez. Una experiencia que encara su recta final, y que aún paladea su antecesora en el atril, Toñi Martínez Novas. Los dos se han sentado esta tarde de miércoles en la sede de la Fundación Cajasol para regalar al público asistente una hora de conversación entre dos amigos que se conocen desde la infancia, dos cofrades de toda la vida que se han encontrado una y mil veces y que en esta Cuaresma vuelven a coincidir para desnudar a la figura del pregonero, para desvelar los detalles -algunos casi inconfesables- del pregón de la Semana Santa de Cádiz.

No ha habido preguntas de un moderador, la periodista Mayte Huguet, que solo intervino para presentar el acto. No era una entrevista al uso, ni un debate sobre el pregón. Sino una distendida conversación que han mantenido Pérez y Martínez, Fernando y Toñi, en la que ha habido tiempo para casi todo. Desde lo más espiritual y serio hasta lo más accesorio del Domingo de Pasión.

El pregonero de este año ha confesado la meticulosidad con la que está tratando la puesta en escena del acto del Falla, algo muy poco usual en pregoneros anteriores que este periodista radiofónico de Canal Sur achaca a "deformación profesional". Así como la relativa facilidad que le ha supuesto abordar la elaboración de un texto, un mensaje, un anuncio en el que ha basado toda su vida cofrade, su experiencia en este mundo de las hermandades y las vivencias de una Semana Santa de los 70, los 80 y los 90.

Curiosamente, ambos pregoneros coinciden en un temor que les ha acompañado desde la designación: la voz. Ambos han recibido tratamiento médico, con operación incluida en el caso de Fernando Pérez, que tenía un pólipo en las cuerdas vocales. Y puestos a hablar de temores, el periodista tiene tanto respeto a perder el texto antes de su intervención que ha hecho hasta cuatro copias distintas "que repartiré en varios puntos" por si acaso.

Toñi le pregunta a Fernando por cómo lleva la agenda y qué hace con los regalos y recuerdos que está recibiendo como pregonero. Y Fernando le pregunta a Toñi que qué pasa si se acaba el agua en mitad de su intervención. Y a partir de ahí, lo accesorio: la preocupación por los zapatos nuevos del pregonero, que le pueden jugar una mala pasada con los pies y que incluso le ha llevado a 'ensayar' con ellos; la sesión de peluquería que tuvo Toñi Martínez a primera hora del Domingo de Pasión de 2022 -"¿Debo usar gomina?", le pregunta Fernando. "Ni laca tampoco", responden-; la elección del vestido por parte de la pregonera; el consejo de no llevar los folios sueltos al atril, "por si se caen como le pasó al pregonero de El Puerto el año pasado"; lo largos que son los prolegómenos de un acto que el Consejo eterniza hasta que sale el pregonero a pregonar, que es a lo que la gente va al Falla el domingo; el cariño de la gente; los nervios que Toñi avisa a Fernando que tendrá en los compases iniciales de su intervención; las cubiertas de Al Palo; la exigente consejera que se ha buscado el pregonero... Y decenas de dudas, de anécdotas, de confesiones a cuatro días del pregón lanzadas desde dos puntos de vista muy diferentes: de la que ya ha vivido todo eso y sabe el proceso y el resultado de la experiencia, y del que está a punto de hacerlo con aparente tranquilidad.

"Guarda cada momento en el corazón porque te aseguro que será uno de los días más importantes de tu vida", asegura Toñi Martínez a un Fernando Pérez que cree también que después de toda una vida vinculado a las hermandades el pregón le suena "a retirada, a vivir esto de otra forma". A no meterse en más charcos, reconoce, "porque en la vida hay otras cosas que disfrutar".

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