¿Qué respuesta damos a la crisis? Es la pregunta que se abordó en la mesa redonda que organizó la iglesia del Buen Pastor el lunes dentro de su semana parroquial, unas jornadas que han entrado de lleno en el debate sobre la precaria situación actual y la manera en la que la Iglesia y la comunidad católica afrontan estas carencias.

El sacerdote Alfonso Gutiérrez Estudillo, delegado del Arciprestazgo para Cáritas, uno de los ponentes, advirtió de que "como cristianos no podemos ser ajenos al sufrimiento de tantas personas en situación de pobreza".

En el mismo sentido, Isabel Gutiérrez, directora de Cáritas parroquial del Buen Pastor, abogó por no ser espectadores ante la crisis y relató la experiencia vivida en el barrio de Gallineras, donde el paro y la consiguiente falta de recursos se ha cebado con muchas familias.

También intervino en la mesa redonda Macarena Cauto, trabajadora social de Cáritas diocesana y miembro de la comunidad parroquial, que puso sobre la mesa datos sobre la cruda realidad actual: en 2008 había 4.000 familias acogidas y, actualmente, son más de 9.000.

En el encuentro que abrió la semana parroquial del Buen Pastor, participó también Manuel José Seoane, joven voluntario del proyecto Juego de Niños, que trabaja con menores en riesgo de exclusión social. "Se trata de la población más débil de la sociedad", advirtió. También intervino el sacerdote Luis Sada, de los Sagrados Corazones, que ha trabajado en la atención de enfermos de Sida y drogodependientes.

El diácono Damiano Tonegutti se encargó de moderar la mesa redonda.