San Fernando se echa al mar con la Virgen del Carmen de Gallineras

La Isla de la de las salinas y los esteros, aquella que mira al mar y en la que la Armada encuentra su hogar, ha vuelto a estar muy presente, como cada 16 de julio, gracias a la procesión marítima de la Virgen del Carmen de Gallineras. Una tradición anual que, más allá de la fe y la religión, muchos cañaíllas sienten como parte importante de la semana de Feria y uno de los momentos más especiales del verano.

Además esta procesión, organizada por el Club Náutico de Gallineras, también demuestra el fervor que la barriada de Buen Pastor profesa a esta Virgen del Carmen, que siente como suya.

Como es costumbre, los actos comenzaron a las 11.30 con una misa oficiada por el párroco del Buen Pastor, Silvio Bueno, en la carpa instalada a la entrada del muelle, que cada año se queda pequeña para acoger a todas las personas que acuden a esta cita.

Esta función contó con la presencia de la alcaldesa de la ciudad, Patricia Cavada; diversos miembros de la Corporación Municipal y un grupo de salineras. Muchos de ellos también se embarcaron luego para participar en la procesión marítima. El acompañamiento musical fue una vez más del coro mariano Virgen del Carmen de la Peña Los Catavinos.

En su homilía el párroco recordó el origen de la orden religiosa de los Carmelitas, que tuvo lugar allá por el Siglo XII durante las Cruzadas, en el Monte Carmelo de Palestina, tierra que sigue de actualidad pos tristes razones. Bueno incidió sobre como un grupo de cruzados abandonó la violencia y las armaduras tras tomar conciencia de que su forma de luchar por la fe y por Dios era la equivocada, abrazando tras ello la oración y la ayuda al prójimo como modo de vida.

Tras la misa la imagen dejó la carpa cargada en parihuelas y acompañada por las marchas que interpretaba la agrupación musical Manuel Moreno. Así inició su camino hacia el pantalán la Virgen del Carmen de Gallineras, bajo la atenta mirada de las numerosas personas que allí se dieron cita durante un Día del Carmen soleado y caluroso.

En todo momento, y siguiendo la tradición, la Virgen del Carmen de Gallineras fue cargada por mujeres, todas ellas vinculadas al club náutico o al barrio de Buen Pastor y vistiendo en su mayoría camisetas azules cuyo tono evocaba al propio mar isleño. Un hecho que refuerza, una vez más, el papel protagonista de la mujer en esta procesión.

En torno a la una de la tarde partía la esperada procesión marítima de la Virgen del Carmen de Gallineras. A la embarcación que portaba la imagen le seguía un grupo de embarcaciones y lanchas que escoltaron a su Virgen hasta el poblado de Sancti Petri para volver a Gallineras pasadas las tres de la tarde.

La Isla ha vuelto a sentirse marinera un año más, fiel a sus tradiciones marianas y al color de una procesión que también hace única la semana de Feria.