Una protesta sindical consigue parar las obras del tranvía en la calle Real
El sindicato provincial de construcción, madera y afines de CCOO (Fecoma) denuncia el incumplimiento del convenio por parte de las subcontratas y reclama que se contraten en la obra a operarios de Cádiz
Los operarios empleados en las obras del tranvía se vieron obligados a dejar de trabajar durante toda la mañana. La protesta convocada por el sindicato provincial de construcción, madera y afines de CCOO -Fecoma Cádiz- consiguió paralizar las obras para la reurbanización de la calle Real durante media jornada. Sólo a primera hora de la tarde, aunque la situación ya había vuelto a la normalidad desde mediodía, la adjudicataria decidió reanudar los trabajos.
Fue una medida adoptada para garantizar la seguridad de los trabajadores y evitar posibles enfrentamientos ya que la protesta convocada por Fecoma-CCOO de Cádiz denunciaba especialmente las condiciones laborales de la subcontrata responsable de la repavimentación y colocación de la nueva solería de la calle Real que, a su juicio, incumple el convenio de la construcción para la provincia, sobre todo en lo tocante a los horarios -más largos- y a los salarios -más cortos- de la empresa gallega Granilouro.
El secretario provincial de Fecoma Cádiz, Antonio Barrera, no dudó en tildar de "ilegal" esta situación, que además incurre en "competencia desleal" con las empresas del ramo radicadas en la zona, incapaces de igualar esas condiciones de trabajo.
"Se está trabajando sólo por cinco euros la hora y en jornadas que llegan hasta la medianoche y eso está muy por debajo de lo que recoge el convenio", explicó a este periódico uno de los manifestantes. Según el colectivo sindical, esta situación ha llevado también a que no se contrate a obreros de La Isla o de otras ciudades de la Bahía y de la provincia. Se trabaja -aseguran- con mano de obra que proviene mayoritariamente de fuera e, incluso, extranjera. Fecoma-CCOO de Cádiz denunció así una situación que afecta de lleno a los trabajadores del sector en tiempos de crisis económica y, sobre todo, tras el freno que ha experimentado la construcción en el último año.
Otro aspecto que reclamó el sindicato es la profesionalidad del personal contratado al recordar que en la provincia se exige cada vez un personal más cualificado para alicatadores y soladores. "No entramos en la ejecución de la obra -afirmó Barrera- sino en la profesionalidad de los operarios que se están contratando".
Por dignificar la profesionalidad de alicatadores y soladores rezaba de hecho en la pancarta que exhibían los protestantes en la cabeza de la manifestación, en la que además exigían el cumplimiento del convenio de Cádiz.
La protesta, secundada por unas 200 personas, comenzó poco después de las nueve de la mañana. Los manifestantes de Fecoma, una gran mayoría procedentes de otras localidades de la provincia, recorrieron la calle Real desde la Venta de Vargas -obligando a cortar el tráfico- hasta llegar a la plaza del Rey, donde comienzan las obras del tranvía. Allí se vivieron los momentos más tensos cuando se encontraron con los operarios de la subcontrata, que en esos momentos estaban todavía trabajando.
La protesta, tras una media hora, optó por rodear la obra y se dirigió por las calles Dolores y San Marcos para subir de nuevo por la avenida Manuel de Falla, el otro extremo de los trabajos del tranvía. Desde allí consiguieron avanzar durante varios tramos en obras de la calle Real -ya desalojados- hasta llegar a la confluencia con la Alameda y Héroes de Baleares, donde se disolvió la protesta poco antes del mediodía. Somos de La Isla y queremos trabajar y Somos de la provincia y queremos trabajar fueron las consignas más coreadas y secundadas incluso por algunos ciudadanos, que se solidarizaron con la protesta.
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