Las críticas ciudadanas hacia el proyecto de rehabilitación de la casa natal de Camarón de la Isla se multiplican apenas un par de semanas después de haberse puesto en marcha los trabajos ante la sorprendente demolición de prácticamente toda la finca de la calle Carmen.

Tan solo quedan en pie la fachada principal y los restos de los muros que delimitaban las dos habitaciones en la que residía la familia Monge. El resto del inmueble ha desaparecido. Ha sido demolido esta misma semana, lo que ha desatado la indignación de numerosos vecinos y una auténtica oleada de críticas que se ha propagado por las redes sociales y que pone en entredicho el proyecto de rehabilitación en el que tanto se ha insistido desde el Ayuntamiento desde que se formalizara la compra de la casa en 2012.

El primer gran hito del llamado Espacio Camarón nace envuelto en una seria polémica puesto que el viejo patio de vecinos en el que nació el mito universal del flamenco, en esencia, ha desaparecido irremisiblemente bajo la pala de la excavadora. Y eso es un valor que se ha perdido en favor de una reconstrucción del inmueble más o menos acertada, pero de nueva factura en prácticamente todos sus aspectos. De lo antiguo no quedará sino la fachada principal y los muros de las dos habitaciones que ocupaba Camarón.

La demolición de casi toda la finca ha sorprendido a no pocos isleños. Sabían de los planes del Ayuntamiento para intervenir en la casa a través de los fondos europeos que gestiona Diputación con el propósito de convertirla en un pequeño museo en torno a la infancia del artista, pero prácticamente nadie se esperaba una actuación tan agresiva y contundente. Sobre todo, porque siempre se ha hablado de rehabilitación cuando el proyecto, básicamente, plantea una reconstrucción completa del inmueble a imagen y semejanza de la arquitectura clásica de un patio de vecinos de La Isla.

Desde el Ayuntamiento se aseguró ayer que los trabajos de derribo de la finca estaban contemplados desde un primer momento en el proyecto de la casa natal y se ha subrayado el acuciante estado de deterioro que presentaba el inmueble, que estaba prácticamente en ruinas y que no reunía las mínimas condiciones de seguridad, razón por las que se ha optado por la demolición.

El proyecto, de hecho, plantea intervenir en la finca -de 256,71 metros cuadrados- para convertirla en un pequeño museo dedicado al artista en el que además se planean celebrar distintos eventos y actuaciones. Para ello se habilitará un escenario en el patio central de la finca y se modificó incluso el proyecto original para dar cabida a un camerino, un pequeño almacén y una zona de servicio y oficio para catering.

La intervención iniciada -tal y como detalla el proyecto- planea dar cabida a este uso museográfico en un solo volumen de prácticamente una planta, aunque dotado también de una cubierta visitable a efectos de mantenimiento, "cuya configuración arquitectónica recuerde la tipología original de un patio de vecinos".

En este sentido, se explica en el documento al que este periódico ha tenido acceso, "la planta baja del edificio -liberada de los añadidos no originales- se destinará a casa-museo, respetándose las dos piezas de la crujía derecha que habitó la familia de Camarón y adecuando el resto de la planta para un uso museográfico". De la misma forma, el patio se cubrirá parcialmente con una montera acristalada a dos aguas y se acotará en su extremo un espacio para el escenario.

El patio se plantea en el proyecto como uno de los elementos primordiales de la actuación. Eso sí, por las reducidas dimensiones de la finca, su aforo máximo será de unas 70 personas (50 asientos). De hecho, tendrá 62,47 metros cuadrados y el escenario ocupará 14,08. Por su parte, el camerino contará con 12,74 metros cuadrados, el almacén con 14,62 y la zona reservada a oficio con 13,43.

Las obras, que se han puesto en marcha hace dos semanas, suponen una inversión de 333.030,25 euros que procede en un 80 por ciento de los fondos europeos que gestiona el Instituto de Empleo y Desarrollo Socioeconómico y Tecnológico a través del proyecto Cádiz, origen de las culturas. El 20 por ciento restante del presupuesto corre también a cuenta de Diputación. El proyecto tiene un plazo de ejecución de seis meses así que se espera que a finales de año las obras estén completamente acabadas.

Paralelamente, en plena campaña electoral se ha anunciado también la inminente licitación de un nuevo contrato presupuestado en 190.000 euros y destinado a la musealización del edificio y a la dotación de contenido.