A mediados de los años 90 dejó de funcionar la piscina municipal descubierta que existía junto al parque Almirante Laulhé, donde hoy se asienta una socorrida bolsa de aparcamiento próxima al centro. Hubo, a principios de la década siguiente, un conato de reapertura que a duras penas llegó a un par de temporadas dadas las condiciones en las que se encontraban ya las instalaciones, que se habían quedado obsoletas y que requerían de una elevada inversión para asegurarse su continuidad.

La piscina se terminó cerrando a la espera de tiempos mejores y, con el paso de los años, acabó desapareciendo. Se rellenó y se empezó a utilizar la zona como aparcamiento, aunque las estructuras de las terrazas aún perviven y el Ayuntamiento ha decidido acertadamente rescatarlas para incorporarlas al proyecto de la nueva sala de estudios que se planea levantar en la zona.

Así que puede decirse que La Isla lleva en torno a 25 años añorando tener su piscina de verano. El tema no solo vuelve a resurgir con insistencia cada verano, cuando un buen número de isleños recuerda el buen uso que se daba a estas instalaciones. Sobre todo si el Levante hace acto de presencia e impide disfrutar de la playa. También –dada esa demanda ciudadana que existe– se convirtió el año pasado en una propuesta electoral en la que coincidieron varias de las formaciones políticas que concurrieron a los comicios. Cada uno con sus matices, claro.

El caso es que, fruto de ese compromiso electoral, en los presupuestos municipales de 2020 –los primeros del mandato que elaboran conjuntamente PSOE y Cs y que están en vigor desde hace apenas unas semanas– se incluye por primera vez una partida específica destinada a la construcción de una nueva piscina de verano.

No es una de las inversiones más elevadas que recogen las cuentas municipales, que priorizan en este caso otras actuaciones como la remodelación de la plaza del Rey o la construcción del planetario previsto en el parque del Barrero. Pero ahí está. 

A la piscina municipal se destinan 400.000 euros con la idea de empezar a dar forma al proyecto y de licitar su redacción. La idea del equipo de gobierno es que sea una partida plurianual que se vaya completando en los siguientes presupuestos. El importe total de la actuación –a falta aún de proyecto– se calcula que rondará el millón de euros, según los datos facilitados por el equipo de gobierno al presentar los presupuestos de 2020.

La ubicación propuesta para la futura piscina pública es la zona de La Leocadia, en las proximidades de la playa, lo que vincula también el proyecto a esos planes municipales para remodelar los accesos y el mobiliario de Camposoto que se completarán el próximo verano.

En realidad, la piscina pública se enmarca dentro de una propuesta más amplia en la que el PSOE incluye también la construcción de alojamientos ecoturísticos en esta zona de La Leocadía. Claro que esa otra parte dependerá también en el futuro de la iniciativa privada. De momento, lo primero será la piscina. Y el primero de los muchos pasos que quedan por delante para ir dando forma al proyecto se ha dado con los presupuestos.