Un patrimonio en riesgo

Desastre Lazaga

  • 18 años después de que la Casa Lazaga pasara a manos municipales, el histórico inmueble se encuentra sumido en la ruina

  • El abandono de esta joya del patrimonio isleño ha vuelto a ser denunciado al Defensor del Pueblo

Una de las imágenes captadas con dron que muestra el estado de la casa Lazaga.

Una de las imágenes captadas con dron que muestra el estado de la casa Lazaga. / D.C. (San Fernando)

25 de enero de 2001. Fue la fecha en la que el Ayuntamiento dio a conocer que la casa Lazaga había pasado a manos municipales. En apenas unos días se cumplirán 18 años de aquel ilusionante anuncio. Pero lo que primero se pensaba convertir en un hotel-escuela y luego en un hotel con encanto tematizado en Las Cortes para terminar siendo luego el Museo Camarón –que son los usos que se han planteado para este singular edificio de la calle Real a lo largo de sus dos décadas de vida municipal– terminó siendo la historia de un fracaso tras otro. El resultado: un patrimonio histórico altamente protegido pero sumido en la más absoluta ruina que corre serio peligro de perderse ante la incapacidad municipal de asegurar su conservación, cifrada en varios millones de euros.

La polémica de la casa Lazaga arrastra además un largo reguero de protestas y enfrentamientos políticos que esta semana se han reavivado después de que desde Vox se reclamara su recuperación desde el "consenso político", lo que llevó también al PP a exigir al gobierno local las "obras urgentes" para la consolidación del edificio que anunció en su momento.

Pero si el estado de conservación de la finca es preocupante, especialmente para los vecinos que habitan en las proximidades de este histórico inmueble, no menos lo es otra situación que provoca su abandono: las palomas, ratas, gatos e insectos que proliferan en estas ruinas sin control alguno y que les afectan directamente.

Todo eso, unido a los nuevos desplomes que aseguran que se han producido en el interior del edificio y a la "pasividad" del Ayuntamiento, han desencadenado una nueva reacción de estos vecinos: la presentación de una nueva denuncia ante la oficina del Defensor del Pueblo, al que piden que reabra el expediente que se cerró en 2018 tras informar el Ayuntamiento de los trámites para el inicio de las obras de consolidación del inmueble.

A la ruina del edificio se suma la proliferación de ratas, palomas, gatos, insectos...

"Nada absolutamente se ha hecho. El Ayuntamiento de San Fernando no ha acometido ninguna de las obras que con tanta alharaca anunció a requerimiento de esta institución. Nada se sabe de la inminente culminación del procedimiento administrativo para la rehabilitación del edificio –así lo notificó el gobierno local al Defensor del Pueblo– que al día de hoy parece dormir el sueño de los justos en un cajón de la delegación de Economía y Hacienda, de Urbanismo o de la Intervención del Ayuntamiento isleño", exponen en el escrito remitido al Defensor del Pueblo, que acompañan de un amplio reportaje –vídeo y fotografía– realizado con un dron para poner de manifiesto el ruinoso estado del "tesoro isabelino isleño".

Denuncian así el hundimiento total de sus forjados, vigas y muros, el colapso estructural de las zonas de primera y segunda planta, innumerables fisuras en las fachadas y muros de carga que ponen en serio riesgo la conservación de este patrimonio histórico. Además, señalan, se han producido nuevos desplomes en el interior que han provocan empujes a las diferentes medianeras de los edificios colindantes ocasionando fisuras.

En la nueva queja tramitada ante el Defensor del Pueblo, los vecinos plantean también la intervención de la Consejería de Cultura dado el valor y la protección de este inmueble, especialmente catalogado en el Plan Especial del Casco Histórico (PEPRICH).

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