Pequeño pero selecto, un hotel con mucho encanto en pleno corazón de La Isla. Es justo lo que el Ayuntamiento pretende con el proyecto de transformación de la casa palacio Lazaga en un hotel-escuela situado en plena calle Real, una actuación que ha estado bloqueada durante años -lo que ha contribuido al creciente deterioro de este inmueble municipal- y que ahora, una vez aprobado definitivamente el Plan Especial del Casco Histórico, el polémico PEPRICH, se ha retomado con vistas al gran aniversario del Diez, el Bicentenario de Las Cortes.

La intención del Ayuntamiento es la de acelerar todo lo posible los trámites para sacar a concurso público la rehabilitación y explotación de este destacado inmueble que pasó a manos municipales en 2001. Para ello, como ya adelantó este periódico a comienzos del pasado mes de febrero, se ha constituido una mesa de trabajo conjunta integrada por las áreas y delegaciones municipales de Patrimonio, Turismo y Urbanismo, que ha retomado el antiguo pliego de condiciones para licitar esta triple actuación que abarca la reforma de la histórica finca, su transformación en un hotel y, por último, la inclusión de una escuela que se dedique a impartir cursos de hostelería.

Dicha comisión da ahora los últimos retoques al pliego de condiciones para sacar a licitación la actuación en breve, de forma que en torno al verano pueda estar ya adjudicada. Ello le permitiría contar con un plazo razonable para poder inaugurarse en el Bicentenario. Pero lo cierto es que el proyecto -si quiere estar listo para el Diez- va ya a contrarreloj, de ahí la celeridad que desde el Ayuntamiento se quiere imprimir a todos estos trámites previos, una vez resuelta la paralización del PEPRICH.

La intervención prevista en la casa Lazaga para su transformación en un hotel-escuela con encanto y, posiblemente, con una temática vinculada a Las Cortes de 1810 primará en el concurso público que se convocará en breve. En el pliego de condiciones que está elaborando esta mesa de trabajo conjunta se valorará por encima de cualquier otro criterio el proyecto arquitectónico de rehabilitación de esta finca que, no en vano, está catalogada con los mayores niveles de protección. Las empresas interesadas en hacerse cargo de la gestión y explotación del hotel -y que asumirán también su rehabilitación- tendrán por tanto que presentar un anteproyecto de la rehabilitación de la casa Lazaga, que será valorado por una comisión técnica y política para comprobar si se ajusta y cumple todos los requisitos necesarios para la correcta conservación y recuperación de este bien patrimonial.

Otra de las prioridades que se tendrán en cuenta en el concurso será el cánon económico a pagar al Ayuntamiento por la explotación del hotel o el menor tiempo de la concesión administrativa del inmueble (el máximo legal es de 75 años), así como cualquier tipo de mejoras que introduzca la oferta, tal y como ocurre en prácticamente todos los concursos públicos. La actividad formativa prevista en la casa Lazaga -que será un hotel-escuela- también se destaca en el pliego de condiciones que se está ultimando para poder licitar por fin esta esperada actuación, que se pretende desde hace ocho años.

De esta forma, el Ayuntamiento exigirá que los cursos de formación que se impartan en el hotel-escuela estén reglados y debidamente homologados por la Junta de Andalucía. Las especialidades en las distintas áreas del sector de la hostelería que pretenda impartir la empresa adjudicataria deberán corresponderse necesariamente con las que la Consejería de Turismo tiene reguladas.

De esta forma -además de incrementar la oferta hotelera y de dotar al centro de la ciudad de un representativo establecimiento hotelero- se pretende convertir la casa Lazaga en un motor económico, dedicado a la formación de futuros profesionales especializados del sector de la hostelería que, además, cubrirían la elevada demanda de puestos de trabajo que existe en la zona. El hotel previsto en la casa Lazaga se estima que contará con 30 o 35 habitaciones como máximo. Será un hotel pequeño, pero selecto. Las límitaciones físicas y patrimoniales del viejo palacio -así como la inclusión de las actividades formativas- obligarán a restringir el número de camas.

Dadas las condiciones del inmueble se valora también que la rehabilitación y puesta a punto de la finca, que tendrá que asumir la adjudicataria, será muy costosa: en torno a los seis millones de euros, según los primeros cálculos realizados por el Ayuntamiento.