La adecuación de las obras del sendero del Carrascón para permitir el uso hípico, la demora que acumula la instalación de las pantallas acústicas de la variante de la CA-33, la construcción de una estación de autobuses en el Janer, la puesta en práctica de un plan de empleo o la Ley de Dependencia y el retraso de los Planes Individuales de Atención fueron los temas que ayer se abordaron durante el pleno que a primera hora se celebró en la Casa de la Cultura.

Fue una sesión en la que de nuevo primó el debate político que propician las mociones de los grupos. El trasfondo del pleno superó otra vez a los temas debatidos. De hecho, apenas dos puntos de gestión figuraban en el orden del día. Uno de ellos, un mero trámite. El otro -el protocolo de intención suscrito con la municipalidad de Iquique de cara al 2010 que ya pasó hace unos días por la junta de portavoces- fue tratado simplemente para dar cuenta del asunto a la Corporación Municipal.

El debate quedó así a merced de los plenos, como nuevamente advirtió el portavoz de la oposición, el socialista Fernando López Gil, que insistió de nuevo en sus críticas a la "utilización" que el Bipartito PA-PP hacen de los plenos para buscar el enfrentamiento con la Administración central y la autonómica: "Siguen utilizando los plenos para armar bronca y saben que éste no es el foro adecuado para ello", reprochó al debatirse la moción sobre la demora del Ministerio de Fomento en instalar las pantallas acústicas en la variante.

La réplica le llegó con la intervención del portavoz andalucista Francisco José Romero, que les acusó de un "doble lenguaje" y una "doble moralidad" que le hace perder credibilidad y le recordó la "realidad de los isleños", que viven múltiples proyectos retrasados por los gobiernos central y autonómico.

"Manda narices". Fue la contestación de López Gil, que enumeró los principales proyectos del Gobierno municipal que sufren continuas demoras, desde el club náutico de La Casería al Parque de la Historia y el Mar y el Centro de Congresos.

El debate siguió así por una senda consabida que llegó, inevitablemente, a recordar la reducción a la mitad del trato especial por servidumbre militar y la desafectación de terrenos militares, dos promesas electorales del PSOE que ayer nuevamente el Bipartito sacó a relucir para recordar su incumplimiento.

Pero el enfrentamiento más agrio devino luego, cuando la portavoz del PP, María del Carmen Pedemonte, propuso a la Junta de Andalucía la elaboración de un plan de empleo. López Gil le recordó que era la segunda parlamentaria andaluza que más patrimonio acumulaba, "un golpe bajo", "un acto bajuno" -según la líder de los populares isleños- que ha puesto de manifiesto la "cara agria y resentida" de un PSOE que no ha superado el "trauma político de las elecciones", que de nuevo ayer volvió a estar presente en el debate.