"Aunque muchas veces es duro sonreír, la sonrisa es fundamental en la vida"

Irene Villa estará hoy en Bahía Sur entre las 12.00 y las 14.00 horas firmando ejemplares de su último libro, Nunca es demasiado tarde, princesa. La periodista y escritora ofrecerá una charla sobre la novela y sobre cómo afrontar situaciones adversas. Ayer, de hecho, en el centro de congresos ya explicó a los presentes, numerosos en el auditorio, cómo surgió algunas de las historias del libro, su primera obra de ficción en la que defiende que a pesar de los problemas que pueda una persona tener en la vida, "merece la pena vivirla".

Nerviosa comenzó a hablar ante los asistentes después de la presentación que su amiga Malu del Río le había dedicado. "Ya estoy acostumbrada por las charlas y porque llevo toda la semana con actos en Sant Jordi o Zaragoza, y no estaba nerviosa, pero ahora sí", comentaba muy emocionada Irene, que agradeció las palabras de Malu. "Nos ha enseñado a llenarnos de alegría, de ilusión y de superación", había dicho justo antes. "Lo que más me gusta es su sonrisa", reconocía. Esa sonrisa que resulta fundamental para continuar con la vida, apuntó la escritora. "Con este libro espero tocar el corazón de la gente, que sean conscientes de que aun cuando la vida te ofrece su lado más terrorífico merece la pena vivirla. Nunca es tarde para recuperarla", defendió.

Ella es un ejemplo de esa superación, de que es posible salir de la adversidad. "No hay que tener miedo, y pensar que lo que te ocurre puede hacerte crecer", comentaba poco antes de intervenir ante los presentes. Irene se declara una persona normal y corriente, que no tiene que representar un papel ante los demás para mostrar que puede uno recuperarse. "Mi vida es así y de hecho mi familia sale en el libro. Somos -también se refiere a su amiga Malu- un ejemplo sin quererlo".

Víctima de un atentado a los 12 años, forma parte del equipo de esquí alpino adaptado, que integran otras personas con discapacidad. "Ahí me di cuenta que no había novelas en las que el protagonista fuera una persona con una lesión de médula", contó. Eso motivó que una de las protagonistas de las historias que narra lo fuera. Pero la novela, la primera vez que se enfrenta a la ficción, presenta otras historias, reales, cotidianas, de personas que sufren cáncer, que tienen baja autoestima, con adicciones o con un transtorno alimentario como la bulimia. Son situaciones que ha conocido como psicóloga. "Cuando he dado charlas muchas veces la gente al terminar venía y me contaba sus problemas", apuntó sobre el origen de las historias que desgrana en el libro.

En la presentación de ayer en el centro de congresos hubo además otra forma de contar cada vida gracias a la colaboración de Odisea Teatro, que representó ante la atención del público algunos fragmentos.