San Fernando

El histórico cartel de La Mallorquina se retirará por razones de seguridad

  • El desmontaje de la estructura resulta ya inevitable dado su mantenimiento deficitario El Ayuntamiento consigue de la empresa propietaria el compromiso de que se plantee su restitución

La empresa González Byass ha solicitado al Ayuntamiento licencia para desmontar y retirar el histórico cartel de la marca de brandy Soberano que corona el centenario establecimiento de La Mallorquina, que se ubica en la plaza de la Iglesia y que ha pasado a convertirse en un verdadero icono urbano cuya conservación, por otro lado, se procura como una de las señas de identidad de la ciudad.

La firma, propietaria del rótulo, justifica su petición en un informe que acredita la falta de seguridad de la estructura habida cuenta de su inexistente mantenimiento durante casi 25 años. El luminoso, de hecho, lleva un par de décadas sin funcionar y no existe contrato alguno para la publicidad desde el año 1992, aunque ello no ha impedido que el letrero haya pasado a formar parte indiscutible del paisaje urbano más céntrico de La Isla, una especie de telón de fondo sobre el que ha discurrido la apacible vida social cotidiana de los isleños durante décadas y también sus acontecimientos más relevantes. Por ello, no es extraño que se reivindique su restauración de forma casi unánime. También desde el gobierno municipal, que hace apenas un mes llevó a pleno una iniciativa en este sentido, advirtiendo de la posible desaparición de este singular elemento, y que recientemente se ha reunido con la empresa jerezana para evitar que desaparezca este histórico cartel publicitario del centro de la ciudad. De hecho, recuerdan, como este rótulo solo existen tres en España, entre ellos, el castizo cartel de Tío Pepe de la Puerta del Sol, felizmente recuperado aunque tanto dio que hablar cuando también estuvo a punto de perderse en 2012.

En La Isla se pretende algo simular. Es decir, que este antiguo luminoso se recupere, se restaure y vuelva a encenderse para convertirse en un atractivo más del centro. Así lo cree la alcaldesa, Patricia Cavada, que ha trasladado al gerente de González Byass, Mauricio Gordon, la petición del Ayuntamiento. "Tenemos su compromiso de que la propuesta va a ser estudiada y tenida en cuenta", explica la regidora.

Pero lo que parece inevitable es la inminente retirada de la estructura, toda vez que su estado de conservación se ha puesto en tela de juicio, algo que nadie se atreve a discutir dada su antigüedad y la prolongada falta de mantenimiento. El letrero publicitario -todo un icono de La Isla- será desmontado en un plazo de tiempo relativamente corto. La empresa ha pedido ya a Urbanismo la correspondiente autorización para iniciar los trabajos. Y lo que es más llamativo: administrativamente es imposible negársela, sobre todo si median informes que ponen en duda la seguridad de la instalación. Además, el propio Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Histórico, el Peprich aprobado por el Ayuntamiento en 2008, ampara la medida al recoger la retirada de dicho cartel publicitario en lugar de garantizar su conservación, como se pretende ahora.

Así que lo que se baraja ahora es que, al igual que ocurrió con el existente en la Puerta del Sol, dicho cartel -dado el valor que tiene para La Isla y su significado- sea restituido dentro de un tiempo, tras la oportuna restauración. La empresa, según expone Cavada, se ha comprometido a estudiar esta posibilidad tras tomar buena nota de la importancia que dicho letrero tiene para la ciudad y de la petición que, en este sentido, le ha trasladado el propio Ayuntamiento tras el reciente acuerdo plenario adoptado en el pasado mes de febrero, cuando ya se temía por su conservación. "El cartel, además, sigue siendo un activo para la marca", apostilla la regidora, que no obstante apunta también que, ahora mismo, retirar la estructura "es lo más sensato".

Existen múltiples posibilidades, desde una restauración integral del formato publicitario hasta la reconstrucción y sustitución de la estructura por elementos más modernos, soportes más resistentes y livianos, luminarias más eficientes... Lo que el equipo de gobierno ha pedido a la marca es que dicha intervención se mantenga fiel al diseño y estilo característico que siempre ha tenido y que ha pasado a formar parte indiscutible del paisaje urbano del centro.

El Ayuntamiento ha gestionado también esta posibilidad con los propietarios del centenario establecimiento de La Mallorquina, en cuya azotea se asienta el letrero, quienes también apuestan por la restitución del luminoso en esta misma ubicación.

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