"Hay que fomentar la cultura cervecera"
Mario Fernández Aparicio habla sobre su nuevo negocio, La Birra Las cervezas de todas partes del mundo ya están disponible en el corazón de La Isla
Siempre fue su sueño: abrir una tienda especializada en cervezas del mundo, y con ello ampliar la cultura cervecera que existe en Cádiz. "Mirar más allá de Cruzcampo y de Heineken", como afirma el responsable de la tienda. Hace tan sólo un mes lo ha conseguido. Mario Fernández Aparicio, emprendedor isleño pionero en la gerencia de este tipo de establecimientos: de cerveza de cebada, de trigo, negra, de abadía, artesanales y sidras. Cervezas de todas las partes del mundo al alcance de todos los isleños. Pero curiosamente esta misma afirmación provoca que el producto más vendido sea local. La cerveza Maier, fabricada íntegramente en la ciudad de Cádiz, es lo más requerido.
"Nunca he tenido tiempo de empezar con este sueño, siempre quise abrir la tienda en mi ciudad", explica el gerente, pero confiesa que andar por el mundo le dio fuerzas para volver a su tierra natal a levantar su propio negocio. La situación económica en la que está inmerso el país no ha sido impedimento en ningún momento para seguir con la idea de abrir esta tienda. "El producto que se vende es asequible, no es un producto caro y por eso la crisis no ha provocado que me eche para atrás", afirma.
Mario ha realizado muchos tipos de trabajos, desde pintar casas, venderlas, vender coches hasta su último empleo, pintar yates y veleros. Su familia le ha apoyado en todos los sentidos, incluso económicamente. Pero ni las ayudas del Estado ni las ayudas de la Junta, destinadas a emprendedores, se acomodaban a sus características. Eso sí, agradece al Cade, (Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial) por toda la labor que ha realizado en su nombre. La burocracia y el asesoramiento del centro situado en el polígono de Fadricas fueron claves para la puesta en marcha de La Birra.
Autodidacta en lo referente al conocimiento de la elaboración y la historia de la cerveza, con la lectura de libros y búsqueda en internet, este mundo siempre le interesó. Por eso destaca lo que más le gusta de este proyecto tan atrevido: "El trato con la gente es lo mejor. Me encanta que se acerquen y me pregunten sobre la elaboración de los tipos de cervezas". Tiene nuevas ideas para su negocio, abrir una zona chill out con una librería y con sofás para que la gente pueda degustar su cervezas favoritas mientras pasan un rato tranquilo. Así como aumentar el local para otros enseres. "Elegí este local porque es un barrio muy grande que se está poniendo muy bien", dice, entre Hornos Púnicos y el parque de Sacramento, en la calle Tomás Azcárate. Para promocionar su negocio Mario plantea distintas catas de cervezas, ya presentes en la tienda y otras que le interesa poner a disposición de los clientes. Dos fines de semana al mes se van a realizar estos eventos para la promoción de las cervezas del mundo, de forma que los clientes curiosos entren en el establecimiento y se hagan eco de propia mano de los productos que están a su disposición.
La preferida de Mario es la cerveza negra, más agria pero que puede ir conjuntada con pequeños trazos de chocolate negro o incluso miel. Es curiosamente la que menos conocen en La Isla. La cultura realiza un gran papel incluso en este ámbito. "El cliente principalmente es el hombre entre 35 y 50 años". La mujer, añade, "tiene más reparos en beber la cerveza por sus calorías pero la cerveza de trigo es muy buena para la lactancia, cosa que no saben muchos".
Mario tiene palabras para aquéllos que quieren emprender, que hartos de aguantar la crisis económica que se traspasa al mercado laboral con contratos precarios -que dan cifras en nóminas insuficientes para vivir-, se plantean crear sus propios negocios con ilusión e inseguridad, "que se líen la manta a la cabeza y que emprendan, que lo hagan, que se atrevan".
Sin grandes pretensiones sólo espera que la cultura cervecera amplíe horizontes en la ciudad y en la provincia, trasladar sus conocimientos y su pasión por el producto y por este mundo a todos aquellos que lo requieran para conseguir que España esté al nivel de otros países europeos como Alemania o Bélgica, o al nivel de Estados Unidos. En definitiva, poder vivir de lo que le gusta y lo que le apasiona, la cerveza.
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