El examen de mates, para casa

Los alumnos del profesor Germán Domínguez Chorat hacen los exámenes desde casa. Y es imposible copiarse. El método que aplica este docente isleño que enseña matemáticas a alumnos de Secundaria -actualmente en un instituto de Jerez, el IES Francisco Romero Vargas- no es nuevo. Todo parte del modelo pedagógico del aula invertida o flipped classroom. Aunque la historia tiene aquí sus particularidades. Germán ha introducido sus propias variaciones para adaptarse mejor a las necesidades que detectaba en su clase. Y una de ellas son precisamente los exámenes. "Por necesidad, cuando enseñaba en el IES Isla de León me di cuenta de que había que cambiar la forma de trabajar con los alumnos", explica.

Así empezó con esto del aula invertida. "La ventaja es que el alumno tiene un soporte -digital- en clase", apunta. Básicamente, se trata de vídeos del profesor explicando la materia. Pero Germán optó por dar un paso más allá y plantear en este contexto los exámenes.

Piénselo. Si la asignatura está formada por 12 unidades, son ya de entrada 12 días que hay que dedicar en clase a hacer el examen. Si -siguiendo el formato clásico de enseñanza- se dedica el día anterior a repasar los contenidos ya son 24 días. Y si tras el examen se dedica otro día a corregir la prueba son en total 36 horas. "A razón de cuatro horas semanales que se imparten suman nueve semanas al año. Dos meses y una semana del curso que se dedican exclusivamente a hacer exámenes", expone.

Con este método gana tiempo. Tiempo para enseñar. "Utilizo una plataforma Moodle -un software diseñado para ayudar a los educadores- y un plugin específico (Wiris) que me permite programar ejercicios de manera aleatoria. De esta manera, los alumnos hacen el mismo examen, con el mismo tipo de ejercicios, pero es imposible que se copien porque los valores son siempre diferentes", señala este profesor de matemáticas. Eso sí, incluye en la herramienta un foro para compartir dudas, para que los alumnos puedan añadir comentarios o ayudarse mutuamente.

Cuando toca examen, Germán simplemente avisa a sus alumnos de que tienen activados los controles. Normalmente, tienen una semana para hacer la prueba. "Los exámenes están por niveles. Con un primer nivel de un cinco están los contenidos mínimos, lo básico, de manera que el aprobado es accesible. Y a partir de ahí lo que se va buscando es la excelencia... Para pasar de un nivel a otro hay que hacer bien todos los ejercicios. Eso sí, pueden hacerlo todas las veces que quieran. En cada intento se genera un examen diferente", cuenta este profesor isleño. En realidad, con este método cuesta bastante suspender. Los ejercicios se repiten hasta que se hacen bien. "Se puede aprender sin necesidad de exámenes", apunta al referirse a las pruebas tradicionales. "Es aprendizaje a base de trabajo", apunta. El porcentaje de aprobados ha llegado además a ser del cien por cien.

Ahora en febrero, este profesor participará junto a otros compañeros y alumnos en un programa Erasmus en Italia, en el municipio de Anagni de la provincia de Frosinone. Allí, además, uno de los temas en los que se trabajará será esta metodología de aula invertida que tan buenos resultados le está dando.