El edificio del IMPI situado en la avenida San Juan Bosco -una de las edificaciones más características de la época andalucista- pasará a la historia en cuestión de semanas. El Ayuntamiento isleño ultima ya el contrato para su demolición, que incluye también las naves colindantes con el propósito de dejar el espacio diáfano para dar cabida a una nueva bolsa de aparcamiento que complementará el proyecto de remodelación de La Magdalena y su transformación en un enorme parque. 

Lo cierto es que el edificio del IMPI lleva ya bastante tiempo vacío y sin uso alguno. Como organismo autónomo desapareció en 2016, a la vez que lo hacía la extinta Fundación Municipal de la Mujer y siguiendo un proceso inverso al que en la década de los años 90 experimentó la administración local al promover la creación de distintas fundaciones y entidades locales, dotadas de su propia junta rectora y de su presupuesto (Cultura, Servicios Sociales, Deportes y Juventud, Gerencia de Urbanismo...) para ejercer las competencias que tenía asignadas. 

En el caso del IMPI, el Instituto Municipal de Promoción de la Ciudad (o de la Isla), hay que remontarse a diciembre del año 2000, que es cuando se celebró su sesión constitutiva. Su objetivo, se afirmaba entonces, era convertirse en "un elemento coordinador de aquellas actuaciones relacionadas con el empleo, la promoción de la ciudad y el fomento económico". 

Así que desde La Magdalena empezó a concentrar las políticas activas de empleo que desarrollaba el Ayuntamiento y que por aquellos años iban al alza, la mayoría de ellas de manera coordinada con distintos programas de la Junta de Andalucía: talleres de empleo, escuelas talleres, asesoramiento a emprendedores, cursos de formación, servicios de orientación al empleo... Incluso tuvo que ver en su día con algunos de los programas que canalizaron la rehabilitación del Castillo de San Romualdo. 

Acceso al recinto del IMPI, en una imagen de archivo.

El edificio, no obstante, existía desde mediados de los años 90, donde se había fraguado lo que fue el precedente de ese Instituto Municipal de Promoción de la Ciudad: la Escuela de Empresas Isla de León, cuyo propósito primordial -de manera coordinada con la Consejería de Empleo- era tutelar y dar cabida a cooperativas locales, especialmente de jóvenes. 

También dio cabida durante años a la Unidad Territorial de Empleo y Desarrollo Local y Tecnológico (UTEDLT) e, incluso, fue la sede del punto de información de la Unión Europea (primero Info Point y luego Europe Direct). 

La gestión de las naves, cedidas bajo determinadas condiciones a emprendedores para facilitar el despegue de iniciativas empresariales, se coordinaba con la fundación pública Andalucía Emprende. Una de las más conocidas, a modo de ejemplo, fue la empresa dedicada a comercializar algas que crearon tres jóvenes.

Ahora, ante su demolición, el Ayuntamiento ha cedido suelo a la Junta en Fadricas II para impulsar un espacio similar, aunque formaciones como AxSí le han recriminado que mientras no haya previsto ninguna alternativa para dar cabida a los emprendedores, algo que en La Isla se venía haciendo desde hace más de dos décadas, mientras se completan los trámites y se acomete la construcción de las nuevas naves, lo que puede demorarse durante años.  

Constitución del Instituto Municipal de Promoción de la Ciudad.

La dinámica del IMPI durante la primera década del siglo hizo que a su lado se promoviera también la construcción del denominado Vivero de Empresas, con el que compartía muchos de sus objetivos y que se impulsó con la ayuda de la Diputación Provincial y con un convenio con la Cámara de Comercio. Abrió sus puertas en 2005. 

Pero la historia del IMPI cambió por completo con las consecuencias financieras de la crisis de 2008, que se hicieron notar durante los años posteriores y que supusieron un duro golpe para las políticas activas de empleo. Hasta tal punto fue así que el IMPI fue quedándose sin cometidos. Desde que se aprobara la disolución de este órgano autónomo en 2016, el edificio principal apenas ha sido utilizado.