Conocer mejor a los perros, saber algo más de su comportamiento de mano de verdaderos expertos y adentrarse en el papel, en ese trabajo, cada vez más relevante -y reconocido- que desempeñan en operaciones de rescate o en intervenciones policiales que tantas veces luego se ven en las noticias. Era el objetivo de la enriquecedora experiencia que ayer rompió la rutina académica para varias decenas de entusiastas alumnos de Secundaria del IES Botánico.

Para ello contaron con dos auténticas autoridades en la materia: la asociación Amigomío -con el premiado Santiago Díaz Fandiño a la cabeza- y el responsable de la unidad canina de perros de rescate del Consorcio de Bomberos de la provincia, Moisés Delgado, todo un experto con varias misiones de salvamento a sus espaldas. Ambos profesionales, con un meritorio currículum en lo que a adiestramiento canino se refiere, visitaron el centro en el desarrollo de esta actividad extraordinaria que la comunidad educativa acogió también de buen grado.

Primero, claro, fue la teoría. Un par de charlas en las que de manera breve y amena, valiéndose incluso de algunos vídeos que iban comentándose, se fueron dando a los alumnos unas nociones básicas del comportamiento de los perros, que tantas veces -advirtió Fandiño- se malinterpreta por la tendencia a humanizarlos. Los perros -insistió al pedir que nadie se llamara a confusión- son animales y como tales se comportan. Claro que eso no quita que su relación con las personas pueda dar -y haya dado- mucho de sí. Sobre todo si se conoce bien su comportamiento. Y, por supuesto, que puedan desempeñar trabajos muy importantes: operaciones de rescate, rastreo, intervenciones anti-droga, perros-guía, de ayuda... El abanico de posibilidades que ofrecen cada día es mayor.

Fue el responsable de la unidad canina de los bomberos el que se encargó de profundizar en esta otra faceta: la del adiestramiento canino, cómo preparar a un perro desde que es un simple cachorro para que sea capaz de llevar a cabo misiones de rescate de personas bajo los escombros, que mostró a los alumnos con algunos audiovisuales. La exhibición, al necesitar de un terreno con unas características físicas determinadas, corrió solo a cargo de los voluntarios de la asociación Amigomío. Se llevó a cabo tras las charlas en el patio del colegio, donde los alumnos pudieron ver cómo los perros adiestrados respondían con eficiencia y rapidez a las órdenes de sus dueños. Incluso pudieron presenciar una operación de rescate de un rehén gracias a uno de estos perros adiestrados.