"Hay que volver a la comida casera y a frecuentar el mercado de abastos a la hora de hacer la compra". Fue uno de los muchos consejos saludables que el doctor Juan Manuel García-Cubillana de la Cruz ofreció durante la conferencia que pronunció este martes en el centro de congresos, un acto que se incluyó dentro de la programación de la Academia de San Romualdo, de la que el ponente forma parte. 

Hablaba el reconocido pediatra isleño de la necesidad de evitar azúcares, grasas saturadas y de los excesos de la industria alimentaria al abordar un tema que, sin duda, consiguió suscitar el interés de los isleños y llenar el auditorio: la obesidad.

Más allá de la eterna cuestión estética, de cómo deshacerse de esos kilos de más que siempre sobran, García-Cubillana trató la cuestión sin frivolidad, como uno de los más graves problemas de salud a los que se enfrenta la sociedad actual y, especialmente, los niños. "La obesidad supone hasta 265 euros más de impuestos adicionales a los españoles", llegó a decir al citar un informe en el que se refería a sus repercusiones, al coste que para la sanidad pública tiene tratar las distintas enfermedades y patologías que provoca.  

La obesidad, pandemia del siglo XXI. ¿Es todo sobrealimentación o falta de ejercicio? fue el sugerente título con el que el académico de San Romualdo se presentó ante el auditorio para abordar el tema desde una perspectiva amplia que apoyó en los datos que recogen numerosos estudios e informes científicos.

Conferencia de Juan Manuel García-Cubillana.

Su propósito era dar una visión general, somera pero bien documentada acerca de la realidad de un problema que, sostuvo, afecta gravemente a la salud. 

García-Cubillana habló de la dieta mediterránea y de sus saludables efectos, de la importancia de la lactancia materna y de la necesidad de hacer ejercicio físico. Eso sí, aclaró al citar el revolucionario libro Walk, de John Man, a menudo basta con andar todos los días. "El homo sapiens sapiens -su musculatura- está diseñada para andar", matizó en este sentido. 

El ponente se atrevió incluso a contestar a la pregunta de por qué algunas personas engordan fácilmente y, otras, sin embargo, aun comiendo mucho, siempre están delgadas. Para ello echó mano a la teoría del gen ahorrador enunciada hace 40 años, en virtud de la cual existe una adaptación genética que convierte al cuerpo humano en una eficaz máquina para ahorrar energía y así garantizar la supervivencia en un entorno a menudo hostil. Pero eso, en los tiempos actuales de hábitos sedentarios, "en los que comemos varias veces al día", supone una predisposición a la obesidad, que se hace más presente en unos que en otros.  

García-Cubillana echó mano también a la epigenética para citar algunos estudios en los que se afirma que determinadas dietas y hábitos de vida saludable pueden reprimir la expresión de los genes que inducen a la obesidad. 

El ponente, además, incidió en la repercusión psicosocial que tiene la obesidad y el estigma social que supone.