El comité de empresa de Comes denuncia la situación vejatoria en la que se encuentra el colectivo de los conductores. En concreto se refiere a la desprotección del profesional que negó la subida a una joven discapacitada por estar la rampa del vehículo estropeada. A este respecto apunta tres asuntos. El primero, que la empresa conoce el estado de la rampa desde hace meses y no la arregla. El segundo, que la maniobra que la madre de la usuaria -y acompañante de la discapacitada- solicitaba al conductor está completamente prohibida por el Consorcio de Transportes. Y el tercero, que la responsabilidad de lo sucedido corresponde, a juicio del comité, tanto a la empresa como al Consorcio, el primero por no arreglar y el segundo por no inspeccionar. Y también a los ayuntamientos de Cádiz y San Fernando y a la Junta. Esta última, por no inspeccionar otros asuntos, como los tiempos de conducción.