La icónica escultura del camaronero que se ubica en la plaza del Rey ha precisado de un limpieza en profundidad tras la celebración de los Carnavales.
Operarios de los servicios municipales de limpieza se han empleado a fondo esta mañana con la obra de Antonio Mota inaugurada en 2003 para devolverle su aspecto normal después de unas fiestas que han tenido su epicentro en este céntrico espacio público.
Restos de spray de serpentina, tan utilizado durante las fiestas, suciedad y alguna que otra pintada han tenido que ser retiradas del monumento con agua a presión.
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