San Fernando

Resignación entre los pescaderos del Mercado Central de San Fernando por las nuevas obras por las filtraciones

  • Los pescaderos esperan una reunión con el gobierno para saber qué ayudas plantean al tener que cerrar su actividad por las obras para eliminar las filtraciones

Naves de pescadería del Mercado Central, que tendrán que someterse a nuevas obras.

Naves de pescadería del Mercado Central, que tendrán que someterse a nuevas obras. / D.C.

Resignación. Es la sensación que hay entre los pescaderos del Mercado Central al hablar con ellos de la necesidad de nuevas obras con las que se pretenden acabar con las filtraciones al aparcamiento subterráneo. La publicación del inicio del proceso de adjudicación de esta actuación no les coge de sorpresa: el gobierno municipal de San Fernando ya les ha explicado que es la única opción para solucionar los problemas y eso implica el cierre parcial de la actividad para desarrollar los trabajos por fases.

"Los compañeros se han reunido con Antonio Rojas, que ha explicado cuál es la situación. Tendrán que cerrar unos dos meses", comenta Raúl Serván, presidente de los detallistas del Mercado Central sobre un asunto en el que ha estado implicada directamente la zona de pescadería. Es inviable la opción de reubicar estos puestos, porque sería necesario hacer obras en esos nuevos emplazamientos.

La planificación de la intervención contempla la ejecución de las obras en dos fases para arreglar los problemas de filtraciones al parking que se ubica en el subterráneo del edificio. Se actuaría en una nave; y una vez acabado ese paso se pasaría al otro módulo.

Por tanto, estos trabajos afectarían primero a tres pescaderos y después a otros tres. A Antonio, El Pikilo, no le preocupa ese tiempo que puede estar cerrado, aunque sean dos meses, porque tiene "una clientela fiel". Eso sí, reconoce que los clientes se quejan de las obras. "Con las obras en las calles del entorno decían, ¿y ahora por dónde se sale de aquí?", comenta en referencia a los trabajos de remodelación de las calles José López Rodríguez, Hermanos Laulhé –en la que sigue la actuación en el tramo más cercano a Arenal– o la reforma del acceso principal, que está cerrado por este motivo.

Antonio lamenta que se tengan que levantar los puestos "porque no estuvieron atentos a las obras, pendientes de qué se hacía". Y pone un ejemplo: "Yo tengo enchufes debajo del expositor, con los cables pelados que saltaba la luz. Imagina cuando limpiamos con agua todo esto".

Quien sí ha visto como se ha metido mano ya a su puesto es Juan de Dios, de la pescadería Titi La Isla, que se ubica a un lado de la entrada por Calderón de la Barca. "Desagua bien, ya no se hacen charcos; y no me han avisado de que siga cayendo nada abajo", apunta sobre las goteras que tiene cerrado parte del aparcamiento. En su caso, durante el mes que duraron los trabajos se emplazó en otros de los puestos, cerrado. "Bajaron las ventas, y las ganas de trabajar. Porque estábamos un poco escondidos, porque todo esto estaba tapado con andamiaje, no se nos veía y la gente no se asomaba", señala sobre la opción que tuvo en su caso.

Esa es una de las reclamaciones que hacen estos detallistas al gobierno municipal: la necesidad de una compensación dado que no tienen alternativa al cierre al menos durante dos meses. "Es irte a tu casa ese tiempo, sin sueldo; y vivir tenemos que vivir, hay que pagar autónomo, seguros", advierte Esther, de Hermanos Lozano. Los pescaderos aguardan a la próxima reunión con el Ayuntamiento para saber qué compensación plantean. Su puesto se cerrará junto a Málaga Isla y Pakiki, que componen junto a pescadería Eduardo (sin uso), una de las naves. En la otra están Antoñín y Mari Carmen, pescadería Antonio El Pikilo y pescadería Toñi. "Aquí no se notaba que hubiera problemas, solo se acumulaba un poco de agua en uno de los rincones por el nivel del suelo. El problema es lo que cae abajo", explica en su caso.

"Tenemos pendiente una nueva reunión", cuenta Antonio, de la pescadería Antoñín y Mari Carmen. En ella esperan que se despeje esa incógnita: cómo pretende el Ayuntamiento ayudarlos en ese tiempo, además de confirmar cuándo puede ser el inicio de obra. Al menos no será hasta después de Reyes, para poder aprovechar la campaña de Navidad, que siempre "permitirá que después vayamos tirando, aunque este año no sea como en otras ocasiones", reconoce Esther.

Los pescaderos reclaman además de las compensaciones por cerrar su actividad, que se cumplan los plazos de obra para que no se prolonguen más allá del tiempo previsto. Y para eso consideran necesario que el Ayuntamiento esté "encima de los trabajos".

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