San Fernando

"Quiero parecer un 'cañaílla' más el día del pregón"

  • El humorista sevillano visita la ciudad antes de la fiesta del próximo sábado

"Me empapo de todo lo que encuentro para hacer el pregón. Si trinco a un isleño, quiero que me lo cuente todo y le saco hasta la médula". Con esa frase puede resumirse la responsabilidad, que no seriedad por supuesto, con la que el pregonero del Carnaval 2010 afronta esta tarea. Sabe de la importancia de este evento, precisamente ahora, cuando la ciudad se encuentra inmersa en la borágine de la conmemoración del Bicentenario. Lo confiesa, como también reconoce que algo de esta efeméride impregnará el discurso que ofrezca sobre el escenario instalado en el Parque Almirante Laulhé. Enclave que el pasado viernes visitó para familiarizarse de cara al próximo sábado. Tan implicado quiere estar en ese preciso momento que lo tiene claro. "Quiero parecer un cañaílla más el día del pregón", se sincera.

La sinceridad impera durante toda la entrevista, por eso asegura que ser pregonero en 2010 le produce un sentimiento amargo, agridulce. Por serlo en sustitución de una gran persona y gran chirigotero como Kike Remolino. Quizás por eso, poco antes de ponerse ante la grabadora y ante los medios, lanza un órdago al alcalde, Manuel de Bernardo, y al delegado de Fiestas, Jesús Perulero. "Que Kike sea el pregonero en 2010", propone.

Esa sinceridad comparte espacio con el humor. El que mostró cuando el compañero fotógrafo Enrique Rioja se agachó antes las cámaras de televisión para no entrar en el plano. "¡Ole ahí! ¡Qué bien lo ha hecho! ¡Está en forma la prensa para 2010!". Y entabló una conversación con el aludido. Ese tipo de conversaciones se repiten constantemente en su día a día. Con la gente que le para ,vaya donde vaya, para saludarle, para hacerse una foto, para hablar con él, para buscar su afilado ingenio. "Es como conocer a gente en cualquier lado", considera. Porque su vida ha cambiado desde que sale en la televisión. Sigue siendo el mismo, pero ahora se dedica profesionalmente a algo completamente distinto a lo que había encaminado su futuro. "Había empezado a estudiar Ingeniería en Telecomunicaciones. Nunca había imaginado dedicarme al mundo del espectáculo", comenta.

Todo se ha desviado. Hace un año y medio creó una productora, tiene un equipo grande, que prepara los programas. "Escribimos mucho", apunta. ¿Y dónde queda la improvisación? Su respuesta es inmediata: "Llevar todo muy trabajado da pie a que improvisemos". Y lo explica: "Cuando estás tranquilo con el texto que llevas es cuando puedes empezar a olvidarte del trabajo y puedes improvisar. Los guiones no son palabra de dios, pero sí una buena herramienta. Sales con un guión y si después estás lo suficientemente cómodo, para sacarle punta a una actuación, pues para adelante".

Todo ese trabajo en el que está inmerso, el programa que acaba de estrenar, la colaboración con Juan Manzorro en la radio para el Carnaval, no le ha impedido decir del tirón que sí al ofrecimiento municipal. Por la importancia de la cita: "Es tan importante como para esperar que se llene, para no tener que convencer a nadie". Y por la importancia de la fecha. No será ajeno, lo repite, a la conmemoración y el pregón tendrá tintes de Bicentenario, "aunque con su toque surrealista, con su punto guasón". Y para de contar. Casi porque desvela algo más. Tendrá humor. "Hombre claro, no voy a hacer un Informe Semanal", suelta. Y Carnaval. Desde pequeñito le ha gustado. Por la tele, pero sobre todo con la radio. "Me recuerdo asomado a la ventana buscando con la antenita", rememora. Que nadie espere una adaptación de sus espectáculos.

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