No ocultaba su entusiasmo. Es, a su juicio, uno de los proyectos más ambiciosos del programa electoral andalucista. El alcalde, Manuel María de Bernardo, presentaba ayer una propuesta de ampliación del servicio del tranvía que, en sus últimas consecuencias, se acercaría hasta la playa de Camposoto. Gráfico en mano, el recorrido queda claro.

Desde la rotonda de la Fuente Tusquets -el camino de este tranvía de un solo raíl no necesitará la complejidad de la otra infraestructura ya que no entroncará con la vía férrea- se prolongaría paralelo a Villamaruja hacia la avenida Constitución, desde la cual engancharía con la Ronda del Estero hasta el muelle de Gallineras. En una etapa posterior, la intención de los andalucistas es que este medio de transporte llegue hasta la playa de Camposoto.

La actuación se divide en dos fases, tal como explicó el candidato del PA. La primera, la que une el segmento de la fuente con la Ronda y la segunda, que avanza hasta el muelle. En total, tres kilómetros repartidos en los 1,8 de la primera parte y los 1,2 de la segunda. El coste de la intervención, hasta este punto, se cifraría en 17 millones de euros, a razón de poco menos de 6 millones de euros por kilómetro.

Una de las grandes cuestiones, debido a este alto presupuesto, sería el origen de la financiación. El alcalde, en este sentido, explicó que la misma procedería de manos privadas, es decir, que aquella empresa interesada en la explotación del servicio sería la encargada de su construcción. No se han establecido aún los plazos de ejecución de dicha obra, como tampoco se ha cuantificado el coste y trazado el posible último tramo que permitiera al usuario desplazarse hasta la mencionada playa de Camposoto.

La idea de este proyecto responde a la misma que persiguió la peatonalización de la calle Real y el paso de este medio de transporte por la localidad. Aprovechando precisamente este paso por la también conocida como rotonda de la Comunicación, el recorrido principal que unirá Cádiz con Chiclana encontrará así un ramal a esta altura que mejorará las comunicaciones del lado sur de San Fernando. Por el momento, esta zona ya ha acogido otro tipo de incentivos como el paso de una de las líneas de autobús urbano -y otro interurbano- por allí.

De esta manera, se pondrían así los cimientos de una nueva concepción de urbanismo local, que se marca como reto la sostenibilidad en el transporte. Desgranaba el alcaldable que el objetivo es seguir descongestionando de tráfico rodado el casco urbano, evitando por ejemplo las largas colas de coches que durante los meses de verano se forman camino a la playa.

Encierra además esta idea otras consecuencias sostenibles necesarias. La peatonalización de más calles, el fomento del uso del carril bici -que por cierto en estos días está siendo repintado- o la utilización de aparcamientos disuasorios en los límites de la ciudad. A este respecto De Bernardo apuntaba el éxito de los que ya se están poniendo en marcha. En este mismo campo se encuentra también la construcción de puntos de estacionamiento subterráneo, pero para ello, hace falta una mejora de los entes inversores.