Los trámites administrativos están tardando más de lo esperado por la Federación de Asociaciones de Vecinos Isla de León para poder gestionar en la ciudad un banco de alimentos. Porque la acción solidaria también sufre con la burocracia. "Es normal. Con los fraudes que se dan y los problemas que surgen desde Madrid exigen que toda la documentación esté en regla", explica la responsable de servicios sociales de la entidad, Ana Garrido. Con las medidas que ya han adoptado esperan que los requisitos que Cruz Roja demanda para aprobar la puesta en marcha de esta iniciativa social sean suficientes para que a finales de abril o principios de mayo este reto sea ya una realidad.

Desde el principio se explicó que una de las condiciones necesarias para acoger este proyecto era contar con un local donde almacenar los alimentos que el Banco de Alimentos en Cádiz proporciona para su posterior reparto a las familias. Sin embargo, las normas de la Cruz Roja, entidad que gestiona estas acción social, establecen que además la entidad a la que se permite administrar un banco de alimentos tenga esa función en sus normas de funcionamiento. "Cambiamos los estatutos, después de una asamblea, pero no fue suficiente, porque tenía que incluir, además de actividades de ayuda social, el reparto de alimentos específicamente", comenta la responsable de la Federación que ha llevado todo este asunto.

Isla de León, por tanto, ha variado dos veces sus estatutos para que no hubiera impedimento alguno. "En Cádiz ya me han dicho que con el acta del acuerdo de la asamblea será suficiente. Entienden que el trámite para la modificación de los estatutos es largo. Mañana llevaré la documentación a ver si por fin podemos poner esto en marcha", comenta Ana Garrido.

Si todo va bien, responsables de Cruz Roja procederán a continuación a visitar las instalaciones que la Federación usará de almacén para comprobar que tiene las características adecuadas. Por eso motivo, y ante el estado actual del espacio que Esisa -la empresa de suelo isleña- cedió para este fin, la entidad se plantea buscar un lugar alternativo, puesto que el acondicionamiento del local de Ronda del Estero llevaría tiempo y costaría dinero. "Es que es un sitio en bruto, al que le faltan los suelos y hay que arreglar las paredes. Sería mucha obra", recuerda la encarga de servicios sociales de este colectivo vecinal. En su momento hablaron de cubrir la superficie con caucho y de hacer la necesaria instalación eléctrica. Ahora ya no lo tienen tan claro. De todas formas, las gestiones que tengan que hacer el presidente, Antonio Romero, serán posteriores a que Cruz Roja dé el visto bueno al último trámite administrativo.