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San Fernando

Hablar a los niños en 'mumit'

  • Francisco Javier Guerrero publica el segundo título de una trilogía que utiliza el lenguaje de la fantasía para ensalzar valores "que se pierden día a día".

Dice Francisco Javier Guerrero de Gomar que todos tenemos algo de mumit o que, al menos, deberíamos intentar parecernos a ellos. El escritor isleño, padre de estas criaturas literarias bastante gruñonas pero de enorme corazón, acaba de publicar la segunda entrega de la trilogía fantástica que empezó a escribrir en 2012: Los mumit y la fuente de Ofren.

Lo que era un cuento para niños -y su primera incursión en la escritura- ha virado hacia una literatura fantástica y más juvenil en el segundo episodio de una saga que promete continuar con una última entrega en la que actualmente está inmerso Francisco Javier Guerrero. La temática es la misma. No ha cambiado. Se trata de una historia de nomos, elfos, hadas, brujas y seres malignos, de la lucha entre el bien y el mal, que tiene ecos de Tolkien y de los mejores cuentos clásicos. "Pero han pasado ya tres años y medio desde que empecé a escribir Los mumit y el árbol de Lenzo, que es el primer título. Mis lectores han crecido y el texto ha dejado quizá de ser tan infantil para tirar más hacia la literatura fantástica", explica el autor.

Aunque más allá de la evasión que permite dibujar un universo completo de fantasía, los mumit son la herramienta que Francisco Javier Guerrero utiliza para hablarle a niños y jóvenes. Hay un mensaje claro en sus textos: el de valores eternos como la amistad, la lealtad, el compañerismo, la bondad... Y el esfuerzo y el trabajo bien hecho. De eso, en realidad, hablan sus libros.

"Veo que son valores que día a día se están perdiendo en la sociedad actual. Por eso intento hablar de estas cosas a los más pequeños a través de mis cuentos", explica el escritor isleño. "Por ejemplo, una de las cuestiones en las que más insisto, que procuro que quede en el trasfondo de estas obras, es el trabajo. Y me refiero al hecho de que intento plasmar a través de estos relatos el hecho de que sin esfuerzo y sacrificio no hay recompensa. Hoy, cuando la inmensa mayoría de los niños en el mundo que vivimos están acostumbrados a obtener recompensas inmediatas, quiero que vean eso", afirma.

Aunque también trata en su obra ideas como la cooperación, la unión y la necesaria existencia de gobiernos justos -aunque sean en reinos de fantasía- para alcanzar el bienestar de todos. "Los niños, que son los lectores de estos cuentos, están en una edad de aprendizaje, son esponjas que pueden absorber perfectamente esa segunda enseñanza que llevan todas estas historias", advierte el padre de los mumit al profundizar en el contenido de unas historias que van mucho más lejos de lo que aparentan.

"Los mumit -explica- son una especie de nomos, incansables trabajadores. Madrugan y se acuestan tarde e intentan mejorar cada día. Ellos intentan hacer ver a los otros reinos que se puede vivir en paz y armonía, que ese mundo que todos deseamos es perfectamente posible". Y fue precisamente las ganas de contar todas estas cosas a los niños la que hizo que Francisco Javier Guerrero se decidiera a empezar a escribir estos cuentos y la que hizo que los mumit empezaran a escucharse por el mundillo literario isleño. Ahora, su segunda obra inicia su andadura.

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