Feria del Carmen y de la Sal de San Fernando

Montar caseta, valientes a pesar de las dificultades

  • Algunas entidades explican las razones por las que continúan montando caseta

  • El motivo principal: son un lugar de encuentro para las familias, los ciudadanos

Un ciudadanos en la caseta municipal.

Un ciudadanos en la caseta municipal. / Román Ríos

¿Qué lleva a las entidades a seguir montando su caseta de Feria del Carmen? ¿Qué les motiva, a pesar de los inconvenientes, los precios y de que la fiesta haya ido decayendo? Las respuestas de algunas hermandades y partidos políticos: para seguir siendo un punto de encuentro de los hermanos, las familias y los ciudadanos. Con sus palabras, eso sí, estos valientes de la Feria reflejan las dificultades que sortean.

"Si te digo la verdad, no sé porqué seguimos. Este año nos ha costado la misma vida y hemos tenido más problemas para que la caseta estuviera a punto", desvela Esperanza Fernández, priora de la Orden de Servitas, que destaca el apoyo del Ayuntamiento en los días previos. Les va bien, con todo, responde sobre las razones que hacen que continúen feria tras feria. "A pesar de lo que pagamos y nos gastamos", matiza, para dejar claro que cuando las cuentas no salgan se verán abocados a dejarlo.

"Hacemos un sobre esfuerzo para poder sacarle jugo a la Feria. Pero nos lo tenemos que currar", explica Ana Ortiz, hermana mayor de la hermandad del Rocío. Se refiere al hecho de que aunque un hostelero se encarga del catering son los hermanos quienes echan una mano para abaratar los preparativos –el montaje– y tareas como la seguridad. "Se gasta mucho, en la ocupación del terreno, la luz, la decoración y esas tareas de los hermanos son un alivio", insiste. A esas dificultades mencionadas, Ortiz suma el tipo de Feria que se vive en La Isla, con unos horarios de disfrute reducidos. "Y eso que cuando otras casetas familiares, cofrades, cierran nosotros seguimos y mucha gente viene", apunta.

Caseta de Feria de Axsí. Caseta de Feria de Axsí.

Caseta de Feria de Axsí. / Román Ríos

El ser un lugar de encuentro es la clave. Rafael López, hermano mayor de Prendimiento, sostiene que ese es el motivo principal de que se mantengan fieles a la Feria. "Es un lugar de reunión y eso prima por encima de todo, lo tenemos muy claro", reitera. Eso puede con el esfuerzo que cada año tienen que hacer, recompensa que cada edición cueste "más trabajo". "Fuimos pioneros en contar con un catering, porque decidimos que nuestra caseta fuera para disfrutarla y no trabajarla", tercia Iván Baliña, hermano mayor del Perdón, que considera que hay otras formas de obtener ingresos para su acción social.

Muy críticos con la situación actual se muestran Andalucía por Sí (AxSí) y Partido Popular (PP). "Todas las modificaciones han sido perjudiciales", critica el popular José Loaiza. "Nuestra feria se muere", lamenta el andalucista Fran Romero. Ambos hablan de costes elevados, y por tanto de abaratarlos. "Hay que dar facilidades para que las hermandades, para que las casetas familiares, monten", defiende el dirigente del PP, que reconoce que los militantes agradecen este espacio de encuentro y las actividades que organizan. "Hay que tomar medidas para transformarla y precisamente para reclamar una feria mejor moralmente tenemos que montar, currárnoslo y esforzarnos en que sea una caseta divertida", abunda Romero.

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