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San Fernando

"Decir que sí al tranvía fue un disparate. El tiempo nos ha dado la razón"

  • Con su marcha, tras doce años al frente de la ejecutiva, el PP local cierra una etapa de su historia reciente

Carmen Pedemonte llegó al PP casi por azar. Se afilió en 1994 y un año después ya era concejala del Ayuntamiento de San Fernando. "Me engañaron, me dieron coba para meterme en las listas", bromea. Y la coba dio de sí. De edil se llevó quince años, la mayoría de ellos como portavoz. Y como presidenta local de la formación acaba de cerrar una etapa -en su carrera política y en el Partido Popular de San Fernando- que alcanza los doce años de duración.

"Eso no lo aguanta todo el mundo", sonríe. Va la indirecta -en broma- por uno de sus antiguos rivales, hoy delegado del Gobierno, Fernando López Gil (PSOE), que al abandonar la política local en el pasado mes de julio reconocía estar quemado después de diez años.

"La política local es la más ingrata", reconoce. Se paga un precio muy alto. "Se ejerce permanentemente, desde que sales de tu casa e incluso también cuando estás en ella y te llaman continuamente por teléfono. Pero también es la más cercana. Es difícil, pero a mí siempre me ha gustado. Todavía hoy -y llevo ya dos años fuera del Ayuntamiento y volcada en mi labor como parlamentaria andaluza- me sigue parando gente por la calle y eso me emociona. Reconozco con nostalgia que la echo de menos", afirma.

Pedemonte se despidió en el congreso local que la formación celebró en el pasado mes de diciembre, en el que José Loaiza -alcalde de la ciudad, presidente de Diputación, ex presidente provincial del partido- retomó el testigo. "Desde luego, no le paso el cargo a cualquiera", señala la parlamentaria andaluza.

Cuando se hizo con la presidencia del partido, el PP tenía seis concejales en el Ayuntamiento de San Fernando. Hoy tiene diez, gobierna, tiene la Alcaldía en sus manos y los mejores resultados que ha conseguido en las urnas a lo largo de su historia. "El objetivo se ha cumplido", dice la ex presidenta, que se marcha satisfecha con el trabajo realizado durante sus doce años como presidenta. "Hemos conseguido estabilizar el partido. De alguna forma me tocó reagruparlo, porque estaba muy disperso entonces. Poco a poco fuimos subiendo en número de concejales. Co-gobernamos con el PA, que fue un paso muy importante. Y, ahora en La Isla, hay un alcalde del PP", resume rápidamenta al hacer balance de estos doce años.

Hoy, asegura, el PP isleño hace gala de una férrea unidad. "Creo que eso ha sido lo mejor del congreso local", afirma. "No es una imagen ni una pose, el PP isleño es una gran familia".

Con su marcha, Pedemonte cierra del todo la puerta a la política local, que en los últimos dos años, desde que dejara el Ayuntamiento, ha dejado entreabierta. Era consciente de que era el momento de irse. "No es una cuestión premeditada o calculada fríamente. Es algo intuitivo que uno en política va notando", insiste. "¡Además, con doce años creo que está más que bien, ¿no?!", bromea. "Hay que saber cuando pasan las etapas, pasar página y seguir andando".

De su trayectoria al frente del PP isleño se queda con una cosa: "Nunca me he sentido sola, lo digo de verdad", reitera muy seria.

El PP vive un gran momento, pero también la coyuntura actual le está pasando factura: cifras históricas de paro, recortes, planes de ajuste... Y eso se traduce en el descontento social. El partido, reconoce, afronta un momento muy difícil, complicado. "Incluso a mí me cuesta trabajo a veces defender estas medidas, pero son necesarias. Y creo que los ciudadanos, en el fondo, lo saben y lo entienden. Saben que solo con este esfuerzo vamos a salir adelante. Quedan tres años por delante y los ciudadanos no se van a arrepentir de haber votado al Partido Popular. Es más, nos van a volver a votar", advierte.

Pedemonte recuerda también su paso por el Gobierno municipal isleño, durante el pacto político que, tras las elecciones municipales de 2007, suscribió con el PA y Manuel María de Bernardo. Un acuerdo que, desde el primer día, le pasó factura a causa del proyecto del tranvía metropolitano de la Bahía de Cádiz, al que los populares se habían opuesto con tenacidad. El pacto no pudo sino interpretarse como una marcha atrás por parte del PP isleño e, incluso, desató el malestar entre los propios militantes y afiliados. "Al final, el tiempo nos ha dado la razón. Decir que sí al tranvía fue un auténtico disparate. San Fernando no lo necesitaba y tengo mis dudas de que finalmente vaya a pasar", afirma. E insiste en una reflexión que ya se le ha escuchado: "Siempre he dicho y he explicado lo mismo. Incluso a los nuestros: gobernaramos o no, en el momento en el que PA y PSOE estaban de acuerdo, no podíamos hacar nada. Nos podíamos poner como quisiéramos. Teníamos la opción de quedarnos en la oposición viendo como se hacía el tranvía y dejar al PSOE que gobernara o gobernar nosotros. Escogimos lo último. Y no me arrepiento del paso que dimos. Fue un instrumento y ha dado resultados".

"Fue un pacto difícil, pero lo supimos sobrellevar", admite. "Los acuerdos a los que se llegó con el PA fueron buenos. El reparto de concejalías fue equitativo. Y hubo lealtad por ambas partes. A nadie se le escapa que teníamos grandes discusiones, pero eran de puertas para adentro. Siempre he pensado que hay que transmitir seguridad y tranquilidad a las personas a las que representas".

Y asegura que fue así hasta última hora. "Me despedí del Ayuntamiento presidiendo un pleno y le estoy muy agradecida a Manolo (De Bernardo). Creo que son gestos que dignifican la política, que está muy deterioridada. Sufro y me duele cuando dicen que todos los políticos son iguales. No es verdad. No somos todos iguales".

El robo de la caja -descubierto en abril de 2009- fue la causa que terminó con la alianza entre populares y andalucistas. "Aquello fue minando el pacto hasta que se rompió en 2010. Era muy difícil de aguantar. No podíamos entender cómo podía pasar una cosa así. En una ciudad en la que estábamos siempre buscando dinero, en la que nuestra gran frustración como gobierno era esa incapacidad de no tener recursos para hacer las cosas que uno pretendía...", recuerda. "Con todo, es muy triste que todo este proceso se alargue tanto en el tiempo. Todavía hoy sigue siendo un tema de actualidad. Y cuanto antes se resuelvan todas estas cuestiones será mejor, antes pasaremos página. Al final, un proceso que debería ser justo se convierte en algo injusto cuando tarda tanto. Causa estragos y efectos secundarios. Y hay daños morales de difícil recuperación. Y esto desmoraliza a la ciudad. La va minando", advierte.

La parlamentaria andaluza se pronuncia también respecto a dos temas de actualidad local, como son la incierta situación del hospital de San Carlos y su futuro y la carga de trabajo que reclaman los astilleros públicos de Navantia para garantizar su futuro y su estabilildad laboral. De Bazán, asegura, que "vendrán noticias pronto". "Sabemos que no es fácil, que es una situación complicada pero el Gobierno está trabajando en varias posibilidades", sostiene. Del hospital de San Carlos, un tema que también como parlamentaria ha tratado muy de cerca, culpa al Gobierno andaluz de estar a punto de perder la gran oportunidad de que San Fernando cuente con su propio hospital, una reivindicación histórica. "Hay conciertos con entidades privadas. Es dinero público el que usa la consejera pero para pagar conciertos con empresas privadas. No entendemos por qué no concierta con algo público como es el hospital de San Carlos. Lo que no va a hacer Defensa -y tampoco lo hizo el PSOE antes- es cubrir las competencias en materia de sanidad que son de la Junta", advierte.

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