Una mujer de 90 años, usuaria de la residencia de mayores de la Cruz Roja en San Fernando, se ha convertido en la cuarta víctima mortal que causa el coronavirus en este centro isleño, donde radica el foco más preocupante de Covid-19 que existe en la localidad. 

La fallecida, uno de los casos positivos que contabilizaba la residencia, tenía importantes patologías previas, con lo que su estado de salud se complicó irreversiblemente tras contagiarse días atrás. Murió en la tarde del martes en el mismo centro, donde estaba en aislamiento y donde estaba siendo tratada ya que la residencia está medicalizada hace ya más de dos semanas. 

El coronavirus se ha cobrado ya la vida de cuatro usuarios de este centro de mayores, que tras la realización de los test rápidos entre todos los residentes y trabajadores del centro contabilizaba en la jornada del pasado sábado un total de 49 usuarios positivos (de 151) y de 13 profesionales (de 116). 

Los residentes están aislados por plantas para evitar nuevos contagios y un equipo médico formado por profesionales del SAS (del centro de salud y del hospital de San Carlos) y de la propia residencia se encarga de su tratamiento, según explicaba la dirección del centro días atrás. 

Se trata, no obstante, de personas especialmente vulnerables ante el coronavirus dada su avanzada edad y dado que, en casi todos los casos, cuentan con patologías previas que se complican tras contagiarse. De ahí que preocupe el elevado número de positivos que registra la residencia.