Aunque las parroquias de San Fernando reabrieron sus puertas a comienzos de la semana con la puesta en marcha de la Fase 1 de la desescalada, hoy ha sido para la mayoría de los templos isleños el primer domingo en el que se ha vuelto a celebrar misa en presencia de los fieles desde que se proclamara el estado de alarma con la crisis sanitaria del coronavirus.
Este reencuentro con la feligresía se ha llevado a cabo con normalidad aunque bajo estrictas medidas de prevención en iglesias que han limitado su aforo a un tercio y han señalizado los lugares en los que se pueden sentar las fieles para garantizar la distancia mínima de seguridad. En los accesos de los templos se ha colocado también geles con hidroalcohol para desinfectarse las manos y los asistentes a la celebración de la eucaristía acuden con mascarillas para evitar el contagio.
En varias parroquias se han modificado los horarios y se han incrementado las misas para dar respuesta a los fieles manteniendo la restricción del aforo.
Durante la celebración de estas misas dominicales no han faltado las alusiones a la crisis del coronavirus ni las peticiones por los difuntos y enfermos que ha causado la pandemia del Covid-19.
Cabe recordar, no obstante, que durante el estado de alarma varias parroquias de la ciudad han seguido abiertas para la celebración de las misas, si bien la presencia de fieles en esas semanas de encierro ha sido mínima.
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