Ningún cartel informa en la puerta del cierre del negocio. Ninguna señal indica que no volverá a abrir sus puertas. Pero el freidor El Deán, uno de los negocios más reconocidos de la ciudad, ha echado el cierre.
Ubicado en los bajos de una histórica finca de la calle Real (conocida como la Casa del Turco) este negocio que hace unos años pasó de una generación a otra no volverá a vender sus tradicionales papelones de bienmesabe.
Sus actuales propietarios no han despejado las dudas sobre sus planes para el futuro de esta freiduría que tenía más de 200 años de vida. El cambio de propiedad del inmueble ha sido el detonante de que el negocio cerrara el pasado día 25.
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