Que una librería llegue a los cien años de vida es todo un acontecimiento que cualquier ciudad que se precie tiene la obligación de celebrar por todo lo alto. Y eso es precisamente lo que ayer se hizo –y muy bien– en las instalaciones municipales del Centro de Congresos, donde la familia Bozano devolvió también a La Isla 100 años cariño con un rotundo y emocionado "gracias San Fernando" que lanzó Francisco de Paula García Barroso, hijo del fundador y alma mater de un negocio familiar que va ya por su tercera generación y sin el que la ciudad no sería la misma. El auditorio, lleno hasta la bandera, le respondió con un cálido, largo y sincero aplauso.

El momento resumió a la perfección la esencia de un acto organizado para dar formalidad a la conmemoración del centenario de la librería Bozano, que a lo largo de los próximos meses contará también con otras sonadas actividades en la localidad.

Pero aquella vorágine de emociones que se vivió con los Bozano en el centro de congresos fue también un homenaje sentido y entrañable, lleno de evocadores recuerdos y de gratitud, que puso en el centro de todo a ese comercio de toda la vida y al vínculo tan estrecho que entablan con la ciudad, a los emprendedores de raza, a la cultura, a los libros y a los libreros, al papel, a la prensa escrita, a los autores...

De todo ello se habló en poco menos de una hora mientras se daban algunas pinceladas de la larga historia de la librería de la calle Rosario y de la sucursal que luego –en 1962– abrió también en Real. Por supuesto, no faltaron las fotos históricas proyectadas en la pantalla de la sala ni los afectuosos mensajes de felicitación por el centenario que grabaron escritores como Benito Olmo o Julia Navarro. Y no pocos autores locales se vieron también en el acto arropando el aniversario redondo de la librería de referencia de San Fernando.

De izquierda a derecha, Cristina García Guaita, Patricia Cavada y Paco García Barroso, en la conmemoración del centenario de la librería Bozano.

También hubo muchos nombres propios que salieron a relucir a lo largo del acto: los de los empleados que durante todos estos años han estado detrás del mostrador, los de la familia, siempre volcada con el negocio de la casa y dispuesta a echar una mano cuando era necesario, los proveedores... Pero dos de ellos se destacaron especialmente: los de Dori, la esposa de Paco García Bozano y madre de sus hijos; y Mamen, su hermana, que durante años estuvo al frente de la sucursal de la calle Real.

La escritora Carmen Guaita, que tuvo a su cargo la glosa dedicada a la librería Bozano, mencionó en su elegante intervención esa "bendita locura de vender libros, lápices, cuadernos... objetos que contienen lo más excelso de lo humano". No pudo calificarlo mejor.

Pero también alabó el "impulso de modernización" que Paco García Barroso supo imprimir al negocio abriera su padre en 1924 y su buen hacer en el oficio de librero, porque –aclaró para ensalzar su importante labor– "la magia de la literatura no se produce cuando el autor pone el punto final a su obra sino cuando el librero la acerca a los lectores para que estos descifren el mensaje".

Ese impulso, dijo la autora, "constituye la causa secreta de que Bozano se haya convertido en una de las librerías más antiguas, una referencia para esta ciudad".

"Gracias San Fernando"

Cristina García Guaita, la actual responsable del negocio centenario y nieta del fundador, fue la encargada de abrir este acto organizado bajo el lema de 100 años contigo con unas palabras de agradecimiento. "Son muchas las personas, entidades, grupos y estamentos a los que hay que agradecer, pero el mas importante sin duda alguna –y al que mas le debemos– es a la población de San Fernando, nuestra ciudad, que nos ha apoyado y respondido en el transcurso de estos cien años", apuntó visiblemente emocionada. 

La librera refirió también esa condición especial que la ciudad siempre ha tenido por la presencia de la Armada y la construcción naval, lo que durante muchos años llenaba la estanterías del negocio "de libros científicos, de física, matemáticas, química, dibujo, historia... ya que los habitantes de nuestra ciudad –marinos, ingenieros, técnicos...– requerían de ellos".

Y señaló con emoción que todavía hoy pasan por la librería abuelos que recuerdan a sus nietos que allí, en Bozano, compraban antaño sus libros de texto.

Por su parte, la alcaldesa, Patricia Cavada, dijo también de Bozano que era "un pilar de la identidad de la ciudad" que había contribuido a lo largo del último siglo "a construir la memoria colectiva". Y, al arropar el aniversario, aseguró que "San Fernando no sería la ciudad que hoy conocemos y queremos sin ese siglo de historia que nos brinda la librería Bozano, sin esos 100 años en los que la librería y la ciudad han ido de la mano, viviendo juntas cada noticia y los cambios sociales".