La Junta de Gobierno aprobó ayer la creación de un grupo de trabajo sobre la Ley de Memoria Histórica que se encargará de elaborar una relación de elementos franquistas a retirar de las calles de la ciudad.

Este grupo de trabajo -cuyo objeto será dar cumplimiento a la Ley 55/2007 de 26 de diciembre- estará formado por José Luis López Garrido, como jefe del área de Cultura, y José Moreno Fraile, como funcionario adscrito a dicha área. También contará con la participación en calidad de asesores del Ayuntamiento de los licenciados en Historia, Diego Moreno Torrejón y Juan Manuel Cordero.

La función principal de este grupo de trabajo no será otra que la de elaborar un catálogo, una relación de elementos -esculturas, placas, efigies, nombres de calles, etcétera- susceptibes de ser retirados conforme a lo estipulado por la Ley de Memoria Histórica.

A partir de ahí se establecerán una seria de medidas y consideraciones a tener en cuenta antes de que el Pleno adopte una decisión al respecto con el objeto de aplicar la nueva Ley.

El portavoz andalucista y delegado de Presidencia, Francisco José Romero, aseguró ayer a este periódico que el estudio que este grupo de trabajo abordara se hará con "la mayor rigurosidad, seriedad y profundidad histórica". La decisión sobre la retirada o reubicación de estos elementos, en todo caso, corresponderá al Pleno, aseguró.

Lo cierto es que las tentativas para la retirada de los símbolos franquistas que todavía pueden verse en la ciudad que hasta el momento se han llevado a cabo -a través de mociones e iniciativas políticas, la más reciente la del PSOE, hace dos años- han estado rodeados de polémica. Así ocurrió con la propuesta para la retirada de la estatua del general Varela de la plaza del Rey.