Los trabajos para la instalación de las polémicas marquesinas del tranvía en las paradas de la calle Real continúan adelante. También en el punto más conflictivo de todos, en las proximidades del histórico edificio de la Compañía de María, donde la colocación de los armarios técnicos que se llevó a cabo en octubre de 2014 -pronto se cumplirá ya un año- desató una intensa polémica dado el impacto que originaba ante un inmueble protegido y vinculado a la ruta de Las Cortes.

Aunque la instalación de las marquesinas ha avanzado en otros puntos de la calle Real durante los últimos meses, donde se han terminado de adecuar las futuras paradas del tranvía, en este discutido enclave apenas se había intervenido durante todo este tiempo. Hasta ahora. Esta semana han arrancado los trabajos para la colocación de la estructura de la marquesina que se instalará justo frente al edificio de la Compañía. Su ubicación también se había cuestionado dado su cercanía al histórico edificio y dado también el complicado encaje y los problemas de accesibilidad que crea en su confluencia con la calle Pizarro, a la que se accede desde la calle Real a través de una empinada escalera. La distancia que la separa de la parada del tranvía es mínima y el espacio que queda para el paso de los peatones es muy reducido. De ahí que se haya insistido en lo inadecuado que resulta la colocación de las marquesinas en este punto, donde además la voluminosa estructura afecta de lleno a la visibilidad del edificio de la Compañía de María.

Aunque en la otra acera, en la que se ubica la fachada principal del edificio histórico, todavía no se ha empezado a instalar la futura parada del tranvía prácticamente se descarta ya que se vaya a reubicar esta polémica parada, como se había pedido desde distintos colectivos y partidos políticos.

Desde el Ayuntamiento, de hecho, se solicitó durante el anterior mandato que se paralizaran estos trabajos y que se acreditaran los informes de Cultura que justifican la instalación de estas estructuras en entornos protegidos. La plataforma Sentencia Tranvía -hoy reconvertida en partido político- llegó incluso a trasladar el problema ante el Defensor del Pueblo Andaluz. Y el colectivo Patrimonio La Isla mostró también su contundente rechazo a la colocación de estas marquesinas.