Nuestro sistema inmunológico nos protege de las bacterias y los virus, por lo que estaremos más expuestos ante posibles enfermedades si tenemos las defensas bajas. Hay algunas señales que nos podrían indicar esto, a las que debemos prestar mucha atención.

Estar constantemente agotados podría ser un indicio de que nuestras defensas están demasiado bajas, así como la caída del cabello, aunque también puede deberse a otros factores. Estar resfriado o sufrir pequeñas infecciones de manera frecuente son otras señales, del mismo modo que si nuestras heridas tardan demasiado tiempo en cicatrizar.

Vamos a ver cuatro hábitos que nos ayudarán a subir nuestras defensas, para así reforzar nuestro sistema inmunológico y evitar los síntomas mencionados anteriormente:

1. Llevar una alimentación variada

Una dieta variada en la que esté incluida fruta y verdura y se limiten los alimentos procesados nos ayudará mucho a fortalecer nuestras defensas. Si no consumimos algunos alimentos saludables que nos aporten vitaminas podríamos tener carencias en algunos aspectos nutritivos.

En cuanto a las bebidas, se aconseja tomar sobre todo agua (unos dos litros al día) y evitar en la medida de lo posible los refrescos altos en azúcares.

2. Practicar deporte

Practicar ejercicio físico con frecuencia mejorará nuestro estado de salud, y ayudará a que nuestro sistema inmunológico sea más fuerte. No es necesario realizar entrenamientos duros que nos dejen exhaustos: simplemente andar, correr o montar en bicicleta durante un rato cada día nos aportará muchos beneficios.

Se recomienda no hacer ejercicio cuando queden unas 3 o 4 horas para irnos a dormir, pues puede dificultarnos la conciliación con el sueño.

3. Tener un buen descanso

Para fortalecer nuestras defensas es importante dormir entre unas 7 y 9 horas diarias. De lo contrario, podrías levantarte cansado y sin la energía necesaria para rendir durante todo el día. 

Algunos consejos para conciliar mejor el sueño y poder dormir todas las horas necesarias son no consumir estimulantes (como la cafeína) pocas horas antes de meternos en la cama, así como no hacerlo con el móvil o la tablet, pues nos 'activarán', provocando así la aparición del insomnio.

4. Evitar el estrés

Si estamos expuestos a situaciones de estrés de manera prolongada nuestras defensas se debilitarán, además nuestro sistema inmunológico también se verá afectado negativamente si sufrimos ansiedad o depresión.

El deporte, el yoga o la meditación son algunas actividades que nos servirán para evitar el estrés, y así disponer de unas defensas más fuertes. Aunque en ocasiones estas prácticas no serán suficientes para alejarnos de él, ni de los otros síntomas que nos provoca la ansiedad, por lo que sería conveniente acudir a un especialista.