Universidad Autónoma de Barcelona

Los camareros de Jordi Évole se jubilan

  • Crónica de la jubilación de Jose y Ana, los camareros que han servido cafés a las promociones de periodistas más importantes del país.

Los camareros de Jordi Évole se jubilan

Los camareros de Jordi Évole se jubilan

En todas las facultades de periodismo se cuecen habas. Entre profesores y estudiantes, de los aplicados y de los del arte constante de la campana, se van cociendo las hornadas de los periodistas del futuro. Dicen que la formación es algo indispensable para los que se quieren dedicar a esto de la información. Si bien las universidades están repletas de grandes profesores y catedráticos, en casi todas se repite el mismo mantra: las mejores lecciones las dan los camareros de la cantina de la facultad. 

No hay aula en la que se aprenda más que en un bar. Esta semana, la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona vive una gran master class. La más importante de los últimos cuarenta años. Una de esas clases magistrales que marcan a los que tienen la suerte de presenciarla. Esta semana, Jose y Ana, los camareros que abrieron la cafetería de la facultad por primera vez hace 36 años, cuelgan el delantal para siempre. 

Jose y Ana se despiden de los alumnos y el personal de la universidad a las puertas del bar de la facultad Jose y Ana se despiden de los alumnos y el personal de la universidad a las puertas del bar de la facultad

Jose y Ana se despiden de los alumnos y el personal de la universidad a las puertas del bar de la facultad / Marc Gabernet

Jose Sánchez ha dedicado toda su vida a alegrar las mañanas de los estudiantes de periodismo de la Autónoma de Barcelona. Fue el primer camarero del bar de la facultad, cuando se fundó en 1987, y desde entonces ha servido cafés a ojerosos periodistas que se enfrentaban a exámenes decisivos. Desde Jordi Évole a Àngels Barceló, pasando por Helena García Melero o Albert Om. Las principales voces del periodismo actual han compartido alguna anécdota cómplice entre cafés y croissants de chocolate, su especialidad.

Ana Gimeno conoció a Jose “hace más de veinte años”. Hablando con ella, no recuerda ni la fecha en la que comenzó como camarera en la facultad. Desde entonces, son “como un matrimonio”. Se quieren y se admiran, comparten alegrías y penas. Se quieren tanto que, pese a que Jose podría haberse jubilado hace ya unos meses, ha hecho el esfuerzo de aguantar para despedirse del bar de la mano de Ana. “O salimos juntos de aquí, o no salimos”, asegura. 

Hace unos días, entre cafés y platos combinados, Jose pedía a un alumno de tercero de periodismo que le ayudara a publicar un tweet. Quería “invitar a los estudiantes a celebrar la jubilación con un piscolabis”. La llamada a la acción daba sus frutos rápidamente, con cientos de respuestas confirmando su asistencia.

Es ilusionante ver como veinteañeros con ansias de entrar al mercado laboral celebran con tanta alegría como dos personas dicen adiós a su puesto de trabajo. El bar de la facultad está a reventar. Los pasillos de la universidad lucen decorados con globos y pancartas y las pantallas muestran fotografías que rememoran estos casi cuarenta años de servicio. Jose y Ana se han ganado el cariño de todos los estudiantes y el personal de la Universidad Autónoma de Barcelona y se nota. Se nota mucho.

Jose se ha puesto corbata sobre su uniforme. Lo hace solo en los días importantes. Ana también ha cambiado la camisa negra por una blanca. Los dos comparten un rasgo diferencial en su vestimenta: lucen un pin con la frase “No molestar, me estoy jubilando”. Apagan las luces y salen juntos de la cantina, entre aplausos ensordecedores y alguna que otra lágrima de felicidad. Dejan a Judit al mando, una camarera todoterreno que ha heredado lo mejor de ambos: la calidad humana. 

Ana, Judit y Jose, camareros del bar de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UAB Ana, Judit y Jose, camareros del bar de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UAB

Ana, Judit y Jose, camareros del bar de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UAB / Marc Gabernet

“El bar es un espacio singular, un espacio testigo de miles de encuentros y conversaciones de todo tipo. También de conflictos y enamoramientos. Un espacio de vida que siempre estará asociado a vosotros”, espeta visiblemente emocionado Enric Marín, decano de la Facultad, en su discurso de despedida.

Ahora el bar está casi vacío. Y digo casi porque si algo caracteriza a este centro es que las orlas se cuelgan en las paredes de la cantina. Las caras de los cientos de periodistas, comunicadores y publicistas regentan el espacio las veinticuatro horas del día. Lo llamativo es que en todas ellas también aparecen las caras de Jose y Ana. “Son dos profesores más”, asegura un alumno rezagado mientras abraza por última vez a los ya jubilados. Y eso dice mucho de Jose y Ana, más de lo que podría escribir yo en estas líneas. Feliz descanso, maestros.

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