El Ayuntamiento, a través del Grupo Energético de Puerto Real, empresa encargada de la gestión de los residuos, ha renovado la iniciativa implantada el pasado año como experiencia piloto, consistente en instalar, de forma rotatoria por distintas zonas del término municipal, una contenedor cuba para el depósito de restos de poda por parte de particulares.

Durante la época de poda, que comienza en el mes de octubre, se venía produciendo acumulación de residuos vegetales en espacios públicos, lo que venía generando un problema, en ocasiones grave, para la recogida general de residuos, así como también molestias a los vecinos y usuarios de la vía pública, amén del considerable deterioro de la imagen de algunas zonas del municipio

Desde el inicio de la temporada de poda, la batea, de una capacidad de entre 6 y 8 toneladas, ha sido instalada en los puntos de la ciudad que más residuos de este tipo suelen producir, tales como Barrio Jarana, El Pinar, El Marquesado o Avenida José Saramago, habiendo permanecido en esos puntos alrededor de una semana. De nuevo este año ha tenido excelente acogida de los vecinos y un resultado visible, gracias también al comportamiento cívico de la ciudadanía.

Esta recogida es consecuencia de labores habituales de jardinería y conservación en zonas verdes privadas (viviendas unifamiliares, adosados, casas individuales, etcétera, ubicadas en el término municipal de Puerto Real) que realicen labores de siega de praderas en casas, podas menores de árboles, recorte de setos y restos de hojas, entre otras. En esta semana, la cuba se encuentra en el Meadero de la Reina y la semana que viene será depositada en Marina de la Bahía.

El Ayuntamiento, que agradece la colaboración prestada por los puertorrealeños en la gestión integral de residuos, ha querido recordar que en estos contenedores sólo está permitido el depósito de restos vegetales (restos de poda y jardinería). Para una correcta gestión posterior de los residuos, y para dar cumplimento a la normativa ambiental, está prohibido arrojar cualquier otro tipo de restos, ya que el Ayuntamiento, y por tanto la ciudadanía de Puerto Real, tendría que asumir las penalizaciones económicas que este mal uso implica.