Un pleno extraordinario debatirá este jueves las distinciones del Día de la Villa 2023

PUERTO REAL

Las propuestas de este año son las de conceder el título de hija predilecta de Puerto Real, a título póstumo, a Joaquina Campuzano Hoyos; el de hija adoptiva, también a título póstumo, a Pilar Crespo Marco; y la Medalla de la Ciudad a la Asociación de Amas de Casa Consumidores y Usuario ‘Los Pinares’

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La bandera de la Villa ondea en la Casa Consistorial / C.P.

Este jueves, el Ayuntamiento de Puerto Real va a celebrar un pleno extraordinario en el que, entro otros asuntos, se va a someter a votación la propuesta del equipo de Gobierno para otorgar las habituales distinciones que cada año se conceden en la ciudad con motivo del Día de la Villa, que tendrá lugar el próximo 18 de junio.

Las propuestas de este año son las de conceder el título de hija predilecta de Puerto Real, a título póstumo, a Joaquina Campuzano Hoyos ; el de hija adoptiva, también a título póstumo, a Pilar Crespo Marco; y la Medalla de la Ciudad a la Asociación de Amas de Casa Consumidores y Usuario ‘Los Pinares’.

JOAQUINA CAMPUZANO HOYOS. Propuesta como Hija Predilecta

Joaquina Campuzano nació el 31 de julio de 1914 en Puerto Real, hija de Joaquín Campuzano y de Consolación de Hoyos. Es la sexta de ocho hermanos. Su hermano mayor, Juan Antonio Campuzano Hoyos, reconocido como Hijo Predilecto de Puerto Real (a título póstumo) en el año 1982, fue Alcalde de Puerto Real durante la segunda República Española.

Joaquina estudió magisterio y música en Cádiz ya que desde muy joven su vocación fue la enseñanza de la lectoescritura y la música a todos los niños y niñas de Puerto Real. Lo hizo, además, de forma altruista para muchas de las familias más desfavorecidas.

Muchas son las cualidades humanas que se aúnan en la persona de Joaquina Campuzano, que falleció el día 2 de abril de 2003, en su dedicación a la enseñanza y en el trato con los demás

PILAR CRESPO MARCO. Propuesta como hija Adoptiva

Pilar Crespo Marco nació en Cádiz, aunque desde los 20 años vivió en Puerto Real a raíz de su matrimonio con Diego Páez , muy conocido en Puerto Real por pertenecer activamente a la Asociación de Belenistas.

Fue Pilar una de las mujeres mas significadas en Puerto Real en la lucha contra el cáncer que ella misma padeció, para que el tratamiento fuera más personalizado y el protocolo de actuación se adaptara a cada persona.

Incluso en los últimos momentos de su vida, siguió adelante con sus reivindicaciones, no ya para así, sino en favor de un mejor trato a todas las mujeres y hombres que padecieran la enfermedad. Tan destacado fue su esfuerzo que el Defensor del Pueblo Andaluz aceptó la queja que presentó ante su oficina, recomendando (como así se hizo) al Servicio Andaluz de Salud, cambios en los protocolos de atención.

Gracias a Pilar se mejoró notablemente el tratamiento para personas enfermas de cáncer con la adaptación según cada caso y dejando al lado el protocolo genérico que se venía aplicando sin tener en cuenta la peculiaridad de cada caso.

ASOCIACIÓN AMAS DE CASA, CONSUMIDORES Y USUARIOS “LOS PINARES”. Propuesta de Medalla de la Ciudad

La entidad fue constituida en el año 1991, siendo la primera Asociación de Mujeres, como tal, inscrita en el Registro Municipal de Entidades Ciudadanas de Puerto Real, y desde entonces vienen desarrollando sus actividades y su labor social.

En la actualidad se mantiene activa y entre sus fines sociales está promover la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, así como la participación y presencia de la mujer en la vida política, económica, cultural y social.

Su constitución fue un revulsivo para el avance del movimiento asociativo feminista en la localidad. Después de ella, varias asociaciones siguieron su andadura en la lucha para conseguir una sociedad más igualitaria y mejor.

La asociación ‘Los Pinares’ ha tenido un rol fundamental en el desarrollo personal y de formación integral de cientos de mujeres puertorealeñas que han pasado a lo largo de todos estos años por su local y sus talleres. Se han esmerado a lo largo de este tiempo en posibilitar un espacio amable, acogedor donde poder reunirse y crecer juntas.

Mujeres que sintieron, por primera vez, que tenían un lugar dónde se respetaba su participación y valoraba sus conocimientos. Supieron, desde un primer momento, poner en valor las actividades que habían venido realizando desde siempre, elevándolas a la categoría de arte.

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