Felicitar la Navidad en estos días en un acto casi automático. Una coletilla que añadimos en los saludos y despedidas, o mediante mensajes (poco personales) que se reenvían a grupos de amigos y conocidos. Por eso cuando alguien se toma la molestia de enviar una tarjeta de felicitación personalizada la alegría crece. Mucho más si, como ha ocurrido en Puerto Real, remitente y destinatario ni tan siquiera se conocen.

En estos días la Residencia Joaquina de Vedruna se ha llenado de buenos deseos de muchos colectivos, entidades y ciudadanos en general, que se han acercado hasta el centro de la calle Concepción para dejar sus mensajes de Navidad y buenos deseos para estas fiestas y para el nuevo año.

Una de las tarjetas elaborada por un alumnos de Infantil del colegio Próncipa Felipe de Chipiona

Uno de los grupos ha sido el de los Scouts Samsara de Puerto Real. Una de sus responsables, Raquel Vías, fue la encargada de entregar los trabajos realizados por pequeños y adultos que forman parte del Grupo. “Una de las cosas que más trabajamos es el amor y el respeto hacia los demás, y no queríamos dejar a un lado a los mayores que son un ejemplo para todos. Queríamos que supieron, a través de estas felicitaciones, que los tenemos muy presentes”, explica la responsable scout.

Las tarjetas, que el personal de la Residencia ha estado leyendo a los mayores durante toda la semana, fueron muy bien recibidas por todos. “Las navidades son momentos muy familiares y en la Residencia somos una gran familia”, responde la trabajadora social de Vedruna, Chiqui Galea, al aluvión de tarjetas que están recibiendo. “Ellos cuentan con nosotros como su propia familia, pero todo lo que venga de fuera se agradece muchísimo y es una gran satisfacción de que se acuerden de ellos”, añadía.

Los mensajes no solo llegan de los vecinos de Puerto Real. Una de las sacas de tarjetas más emotivas llegaba desde Chipiona. Allí, los pequeños del colegio Príncipe Felipe, elaboraron tarjetas “para los abuelitos”, dentro del programa ‘Escuela Espacio de Paz’. La maestra, Patricia Leal las llevó al centro y las repartió entre los mayores que se emocionaron ante el cariño que demostraban los pequeños. “Cada uno ha puesto su estilo y su arte para hacer las tarjetas, pero todos lo han hecho con muchísimo cariño sabiendo que los abuelitos se iban a poner muy contentos”, comentaba la maestra.

En las postales, con la caligrafía propia de quien está aún aprendiendo a escribir, se leían mensajes como: “Querido abuelo. Vuestras sonrisas son lo más bonito de la Navidad. Feliz Navidad y Feliz 2023 de vuestra amiga María”. Además, los más pequeños del colegio colorearon adornos de Navidad para que se colocasen en la Residencia.

Una de las trabajadoras del centro, Lola Santana, relató que las navidades en Vedruna son como las de cualquier familia. “Hoy estamos haciendo tortas de Navidad, escuchando y cantando villancicos y tomando una copita de anís (quien puede) porque nosotras procuramos que no les falte de nada, especialmente en estas fechas”.

Mamen Ruiz, directora del centro, se mostró muy orgullosa del equipo humano de la Residencia y del cariño que reciben “Esta casa está impregnada del espíritu de la familia. No paran de llegar felicitaciones, aguinaldos y lo que más nos conmueve, que es el acompañamiento de la gente. De lo que se trata es de cuidarnos los unos a los otros en esta segunda familia que todos tenemos, con el apellido Vedruna”. Alumnos de otros centros, como el Arquitecto Leoz de Puerto Real, también se han sumado al envío de felicitaciones para los mayores.