Panorama

Kabul prolonga el alto el fuego con los talibanes

  • El presidente Gani extiende sin dar plazos la tregua con los insurgentes en Afganistánl "La paz es una necesidad urgente", afirma

El presidente de Afganistán, Ashraf Gani, informó ayer de una prolongación del alto el fuego con los talibanes anunciado la semana pasada con motivo del final del Ramadán y que desde el viernes coincide con una tregua de tres días decretada por la formación insurgente, algo sin precedentes en 17 años de conflicto.

"Para respetar los deseos de la población y apoyar sus demandas de paz, ordeno a las fuerzas de seguridad y defensa que prolonguen el alto el fuego desde el cuarto día del Aíd (final del Ramadán)", dijo Gani en un discurso a la nación, sin especificar por cuánto tiempo estará en vigor la medida.

Un atentado del Daesh deja al menos 20 muertos en Jalalabad en plena tregua

"También pedimos a los talibanes que extiendan su alto el fuego. Durante el cese el fuego, proveeremos de asistencia médica a los talibanes heridos y ayuda humanitaria de ser necesario, a los presos talibanes se les permitirá contactar y ver a sus familias", agregó el dirigente.

Gani renovó su llamamiento a unas negociaciones de paz y aseguró que el Ejecutivo está preparado para debatir todas las demandas de los insurgentes en la mesa de diálogo. La paz, dijo, es una "necesidad urgente".

La prolongación del cese el fuego se produce en medio de un acercamiento sin precedentes entre talibanes y miembros de las fuerzas de seguridad, que en diferentes puntos del país rezan desde la víspera en las mismas mezquitas y visitan las áreas gobernadas por la otra parte en el marco de la tregua.

El anuncio de Gani la semana pasada, que llega después de que en febrero presentara una ambiciosa oferta de paz a los talibanes que incluía su reconocimiento como formación política o la liberación de presos, se produjo tras un edicto religioso en el que se pedía a los talibanes el fin del conflicto.

Paralelamente, el grupo yihadista Daesh asumió ayer la autoría del atentado suicida contra un grupo de talibanes y civiles reunidos para celebrar el alto el fuego de ese grupo insurgente y el Gobierno con motivo del final del Ramadán en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán. Al menos 20 personas murieron y otras 16 resultaron heridas.En un comunicado difundido en Telegram por la agencia Amaq, afín a los yihadistas, y cuya autenticidad no ha sido verificada, el grupo aseguró que una "operación de martirio ha golpeado una agrupación de los miembros de las fuerzas de seguridad afganas y del movimiento talibán en Jalalabad, en Nangarhar".

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