EDITORIAL
Crisis de identidad en Europa
CON la perspectiva que dan los cincuenta años transcurridos puede considerarse que la muerte del general Franco el 20 de noviembre de 1975 puso el punto final a una dictadura de casi cuarenta años y que la proclamación de Juan Carlos, dos días después, y el mensaje que dirigió a la nación sirven para marcar el inicio de la Transición, que llevó en menos de dos años a las primeras elecciones democráticas y en 1978 a la promulgación de la Constitución. La efeméride es una buena ocasión para recordar, sobre todo a las generaciones más jóvenes, que el franquismo fue desde su origen y hasta su final una dictadura militar que, aunque evolucionó a lo largo de su historia de un régimen parafascista en sus primeros años a una tecnocracia autoritaria en su final, cercenó durante casi cuatro décadas la libertad de los españoles y secuestró sus derechos políticos fundamentales. En los últimos años se está asistiendo a una especie de revisionismo histórico que trata de poner en valor aquel régimen. Hay que considerar que este movimiento es fruto de la ignorancia y de la falta de rigor con la que se ha abordado en España el estudio de su historia más reciente. Con Franco en el poder las cárceles estaban llenas de personas que habían cometido la osadía de pensar por su cuenta, la libertad de prensa era una aspiración que el régimen se encargaba de combatir y la vida transcurría por derroteros grises marcados por el miedo y la represión. A la altura de los años setenta del pasado siglo la sociedad española había evolucionado y el régimen no lo había hecho. Mientras una mayoría de españoles deseaba mayores márgenes de libertad e incorporarse como un país normalizado a la Europa democrática, la dictadura seguía anclada en modos y comportamientos muy alejados de esas aspiraciones. De esa tensión surgió la Transición que arranca a la muerte del dictador. Nada bueno se puede decir en la España de hoy de un régimen que negó hasta el final la consideración de los españoles como ciudadanos dueños de su destino.
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