Su propio afán

Enrique García-Máiquez

Vox se equivoca

18 de octubre 2025 - 03:05

Lejosde mí no criticar nunca a Vox, pero más lejos hacerlo por un prurito colorista, para adornarme con ribetes de independiente o equidistante. Un decenio antes de que naciese Vox, yo ya defendía –en estas mismas páginas que son mi casa y la de usted, querido lector– mis ideas conservadoras a machamartillo; y hasta lamentaba que ningún partido viese el nicho de votantes y la mina de ideales que allí había. No voy a criticar ahora por marketing personal a un Vox que sostiene –con los pliegues de la compleja realidad– mis principios –en los dos sentidos–. La independencia es otra cosa que la impostura.

Por ejemplo, indicar que Vox sí se equivoca denunciando que Núñez Feijóo está copiando su programa contra la inmigración ilegal. En vez de protestar, tendría –digo yo– que celebrárselo. Todo son ventajas.

Si España tiene un problema gravísimo, y también lo denuncian otros, antes se arreglará. Además, quieran o no quieran, es un reconocimiento. Ya sea estratégico –si creen que a Vox le rentan electoralmente sus posicionamientos– o de fondo, si de verdad piensan que Vox tenía razón. Lo uno o lo otro, en un clima tan tontamente partidista, donde nadie le reconoce al rival ni la verdidumbre del pasto verde, es llamativo. De rebote, descoloca a las terminales mediáticas del PP que han criticado tanto a Vox por aquello que ahora defiende con ahínco el Partido Popular.

Hay más. Siendo Núñez Feijóo la encarnación rubicunda del centro político, su defensa o apropiación de los discursos de Vox centra o modula al partido de derecha alternativa. Costará mucho convencer a los votantes del PP, a partir de ahora, de que Vox es un grupúsculo con propuestas irrealizables y peligrosas, siendo idénticas. El ventanuco de Overton se ha desplazado hasta convertirse en balcón corrido o balcón de honor.

Lo que aboca –el tiempo corre inexorable– al día después de las elecciones. Todos sabemos que la dirección del PP no quiere ni muerta pactar un Gobierno con Vox, pero cómo va a evitarlo cuando el programa que han propuesto a sus votantes tiene tantísimo denominador digamos común, sin entrar a valorar la originalidad. Sería raro –rozando lo insultante a sus bases– pedir el voto para hacer unas cosas y luego no pactar con quien no quiere más que hacer las cosas por las que tú pediste el voto.

stats