Los que como yo, que supongo que habrá algunos, estaban locos por ver de una vez por todas a Diego Tristán en el once inicial del Cádiz tendremos que seguir esperando. Porque mucho me tendría que equivocar o parece claro que el delantero de La Algaba tampoco jugará mañana ante el Betis... si acaso diez minutillos en la segunda parte.

El magistral recurso presentado por la asesoría jurídica del Cádiz que ha conseguido dejar en una simple tarjeta amarilla el clarísimo manotazo de Ogbeche sobre Xisco Campos, merecedor de cuatro o incluso más partidos de castigo -la agresión de Pepe a Casquero el año pasado fue una caricia comparada con la acción del nigeriano-, ha echado por tierra el debate semanal sobre la posible primera titularidad de Tristán en Liga. Cuando ya pocos confiaban en que Martín José García y su equipo fueran capaces de sacar adelante un recurso de apelación... van y aciertan. Y de camino frustran las ilusiones de algunos pobres soñadores que, como yo, queremos ver al atacante sevillano participar desde el inicio sobre el verde de Carranza... y además contra el Betis, rival al que supongo que Tristán le tendrá ganas.

Hasta Mariano Toedtli, que está mejor de lo suyo, puso de su parte. Hace un par de días se echó la mano a la espalda y se retiró del entrenamiento renqueando para abrirle de par en par a Tristán las puertas de la titularidad. Pero esto es así, siempre llega alguien que tiene que dar el dato y, de paso, darle también coba al Comité de Competición.

Si es que yo estuve allí. Salté al terreno de juego del estadio de Castalia cuando sonó el pitido final y pude ver de cerca como Ogbeche no tenía piedad con un Xisco Campos que, profesional donde los haya, se dirigía hacia el túnel de vestuarios estrechándole la mano y deseándole suerte a cuanto jugador amarillo se cruzaba... aunque las imágenes de la televisión llevan a engaño. La hábil artimaña de los jurídicos del Cádiz ha hallado sus frutos, pero todos sabemos que Ogbeche debería estar sancionado y Tristán, en el once.