Una mujer intenta escapar de debajo de los escombros de un edificio derruido en Dujiangyan, en la provincia de Sichuan. Esta zona de China, en el sureste del país, sufrió ayer un fuerte terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter que pudo sentirse incluso en sitios tan distantes como la capital tailandesa, Bangkok, a casi 3.000 kilómetros del epicentro. Las autoridades chinas informaron ayer por la tarde de que los muertos por el seísmo llegaban casi a nueve mil, aunque la cifra de víctimas podría ser mucho mayor. El 80% de los edificios en esa provincia resultó afectado por el movimiento. En la misma ciudad de Dujiangyan, un instituto se derrumbó atrapando bajo sus escombros a unos 900 escolares. Se trata del mayor terremoto ocurrido en el país en los últimos treinta años. Numerosos países han ofrecido ya su ayuda. P49