En el mercado patrio siempre es buena señal el nacimiento de un sello editorial dedicado al Noveno Arte, es signo de que las cosas no van tan mal como quieren hacernos creer los agoreros. A final del año que acabamos de dejar atrás, se presentaba en sociedad Spaceman Books, una editorial que definía a la perfección su línea y propuestas con dos palabras: variedad y calidad.

En los pocos meses que han pasado desde entonces han ocupado un lugar destacado en la amplia oferta que se va publicando mes a mes. Hagamos un repaso por varias de estas obras:

Doctor Radar, asesino de sabios, recoge lo mejor del folletín de misterio y acción, y de personajes como el amigo de lo ajeno Arsene Lupín o el implacable asesino de las mil caras, Fantomas. En el París de 1920, se vienen cometiendo varios asesinatos entre la comunidad científica. Cuando el ex militar e investigador Ferdinand Straub se implica en la trama, descubre que ésta es a nivel internacional y todos los dedos señalan hacia el misterioso y sangriento Doctor Radar, un criminal sin rostro que está robando los proyectos de las lumbreras de la comunidad estudiosa. Junto a Pascin, su peculiar amigo, deberán averiguar en un peligroso tour de force, cuáles son los planes del maniaco y, sobre todo, su verdadera identidad.

Noël Simsolo, escritor, actor y director de cine, junto al dibujante Frédéric Bézian (premiado en el Festival de Angouleme en el año 1995, por su obra Adam Sarlech) componen en perfecta armonía un thriller apasionante, aportando éste último como dibujantes un trazo muy personal, alejado de la escuela francobelga.

En Maggot nos encontramos con su protagonista, Susan Swallow, que vende su vida a cambio de poder recuperar a su madre perdida. Lo que ella desconoce es que va a iniciar un camino sin regreso, un descenso a los infiernos, donde será pieza clave en una conspiración y posterior guerra entre las huestes demoniacas y el ejército de la luz, los ángeles. Afortunadamente, en este extraño viaje contará con la ayuda y consejo de un anillo, Timothy, un guía que la llevará a través de los oscuros parajes infernales.

Un destino éste que el creador de esta historia, The Black Frog (Igor Alban Chevalier) nos dibuja como nunca lo hemos visto, en unas páginas y formato apaisado que nos traslada a otro mundo, al inframundo. Ciclópeas construcciones en las que la imaginación y el buen hacer del ilustrador (el modo en el que juega con las sombras es magistral), curtido en el mundo del cine y los videojuegos, brillan por su personal representación.

El camino profesional de un autor está marcado a fuego si tiene la suerte de nacer en un lugar como la francesa villa de Angouleme. Frantz Duchazeau tuvo esta suerte, llevando en su ADN marcado el amor y el talento necesario para crear cómics. En Blackface Banjo nos metemos en la piel (y nunca mejor dicho) de un joven hombre de color en los Estados Unidos de finales del siglo XIX, donde el racismo era todavía el pensamiento imperante, relegando a los negros a trabajos miserables o bien, como cuenta esta historia, al mundo del espectáculo. Con el apelativo de "coons" (negros) eran retratados sobre las tablas de ferias y teatros como seres de corta inteligencia, de cuyas payasadas se reía un público entregado. Lo más curioso del tema es que la mayoría de estos actores eran blancos, que en la mayoría de ocasiones eran apaleados por miembros o simpatizantes del KKK…

El protagonista de esta historia es un joven de color al que le falta una pierna pero le sobra ingenio y arte, convirtiéndose con el tiempo en un artista. Y el autor lo hace tirando de lo visual, con una diagramación de página clásica, pero no por ello menos efectiva. En ese camino sufrirá decepciones, su vida estará en peligro en más de una ocasión e incluso conocerá el amor… (y eso que él solo quería un nuevo apéndice de madera...)

Y llegamos al final de este recorrido con Casualmente, una novela gráfica de Fumio Obata, que retrata a la perfección el carácter femenino de una compatriota nipona, Yumiko. Ella hace años que vive en Inglaterra, tiene un buen trabajo, novio… En fin, una vida prácticamente plena. ¿O no? El fallecimiento de un familiar hará que su regreso a Japón sea un choque con esa sociedad en la que los sentimientos no suelen ser expresados y en el camino será perseguida por un fantasma, un silencioso personaje al que deberá enfrentarse si quiere seguir su camino.

Obata, afincado en Londres al igual que la protagonista de su obra, enfrenta la tradición con la modernidad, como son las costumbres funerarias de su país, el teatro No y la vida de esta chica, que choca de frente con ellas. De hecho, esta obra no es un manga, su autor está tremendamente influenciado por el comic occidental y así lo vemos en sus páginas.

Estas nos son las únicas propuestas que Spaceman Books nos ofrecen, hay muchas más y todas iguales de interesantes (www.spacemanbooks.com). Poneos la escafandra y saltad hacia ese espacio de viñetas tan interesantes.